Conocer el amor de Cristo me lleva a corresponder a su amor
2024-06-20
1. Oración inicial
«Señor Jesús, llévame por tu Espíritu, a conocerte más, para corresponder a tu amor. Amén.»
2. Lee la palabra de Dios
“El cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres” Filipenses 2:6-7
“Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.” 2 Corintios 5:21
“Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios” Juan 1:12
“Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.” Romanos 5:8
3. Reflexiona
A medida que conocemos a Cristo conocemos cuán grande es su amor, pues vemos que Él siendo Dios se hizo hombre, no estimando el ser igual a Dios como algo a que aferrarse; siendo santo y sin mancha vino a vivir en medio de pecadores y siendo justo vino a rescatar a los injustos; teniéndolo todo nos vino a buscar para poder ser adoptados como hijos y compartir todo con nosotros; y aunque no merecíamos nada fue capaz de dar su propia vida en rescate de la nuestra.
¿Cuántas veces nos hemos preguntado porqué Cristo nos amó y nos buscó, sino lo merecíamos?, y la respuesta la encontramos en su gracia, pues su gracia refleja su carácter, ese Dios de amor, ese Dios dador, que da su amor por el puro afecto de su voluntad. Cuando vemos que Jesús como Dios nos buscó, como dice Filipenses 2:6-8; que como hombre se entregó en una cruz como declara Romanos 5:8; que su amor después que resucitó sigue luchando por nosotros como le ocurrió a Pedro (Juan 21:15-19); que aunque hayamos caído está dispuesto a restaurarnos como dice 1 Juan 2:1, cuando vemos ese amor actuar en nosotros, entonces empezamos a responder a ese amor, correspondiendo a ese amor.
Gloria a Dios, porque todos los creyentes hemos respondido, correspondiendo al amor de Cristo, desde el mismo momento en que abrimos las puertas de nuestro corazón y lo recibimos como Señor y Salvador. Ahora bien hermanos, para continuar correspondiendo al amor de Cristo, debemos seguir conociendo su amor y podemos conocer su amor cuando lo conocemos a Él, pues esta es la forma en que somos conquistados por Él, así que pidamos al Espíritu Santo nos lleve a esa comunión con Dios, donde por medio de su Palabra, la oración y la obediencia podamos tener esa revelación de Cristo y su gran amor.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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