Conocer el amor de Cristo me lleva a conocer mi propósito
2024-06-19
1. Oración inicial
«Señor Jesús, quiero conocerte más, llévame a esa intimidad donde pueda dar ese fruto de amor que glorifica al Padre, ayúdame a amar como tú amas, para que muchos sean alcanzados por ti, que amar con tu amor se convierta en mi propósito de vida. Amén.»
2. Lee la palabra de Dios
“Todos los llamados de mi nombre; para gloria mía los he creado, los formé y los hice.” Isaías 43:7
“En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos.” Juan 15:8
“16 No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé. 17 Esto os mando: Que os améis unos a otros.” Juan 15:16-17
“Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.” Juan 14:13
3. Reflexiona
El profeta Isaías inspirado por el Espíritu Santo escribe al pueblo de Israel que ellos habían sido creados para la gloria de Dios (Isaías 43:7), y esto es igual para todo creyente, pues Jesús dice “En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos.” (Juan 15:8). Ahora bien, es necesario entender cuál es ese fruto que glorifica al Padre, el cual todo creyente puede dar, gracias a la obra de Cristo y al poder del Espíritu Santo. Ese fruto que se menciona en el evangelio de Juan es el amor, por eso Jesús después de enseñarle a sus discípulos y a nosotros los creyentes la parábola de la vid verdadera dice “Esto os mando: Que os améis unos a otros.” (Juan 15:17)
La manera de poder dar este fruto es permaneciendo unido a la vid, es decir a Jesús, como está escrito en Juan 15:4-5 “Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, este lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.” Y la clave para permanecer en Cristo es la comunión que lleva a la obediencia, como lo dice Juan 15:10 “Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor.” Así, al permanecer en Cristo, seremos llenos de su amor, y aprenderemos a amar a Dios y al prójimo, dando el fruto que glorifica al Padre. Hermanos, sabiendo lo que dice Juan 14:13, acerquémonos a Dios en el nombre de su Hijo y pidamos llevar a cabo nuestro propósito, que es glorificarlo, amando como el Señor ama.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
Escúchanos en Spotify
Puedes compartir este devocional en Facebook, Whatsapp, Twitter y LinkedIn