Comunión

Señor gracias, porque a través de mis hermanos tú me enseñas a ser humilde, a aceptar y corregir mis equivocaciones, me permites crecer y me otorgas dones para edificación del cuerpo de Cristo

«Si decimos que tenemos comunión con él, y andamos en tinieblas, mentimos, y no practicamos la verdad; pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado.», 1° Juan 1:6-7
«lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo.», 1° Juan 1:3

La koinonía es un concepto teológico que significa comunión. Como tal, se refiere a la comunión eclesial y a los vínculos que esta genera entre los miembros de las iglesias cristianas y Dios.
La palabra proviene del griego κοινωνία (koinonía), que traduce ‘comunión’ o ‘participación en lo común’. Este término aparece en la Biblia diecinueve veces como sustantivo (koinonía) y ocho como verbo (koinonéo), en el sentido de ‘compartir’; ambas, a su vez, derivan de la voz griega κοινωνός (koinonós), que significa ‘compañero’ o ‘participante’.
La Biblia es quien define la KOINONIA en 2° Cor 13:14 dice «La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros. Amén.» Una comunión íntima con Cristo que se proyecta a los hermanos o la iglesia. Ya que todos los que hemos recibido a Cristo tenemos el mismo Espíritu, él es el pegamento que nos une en comunión. Así mismo su santo Espíritu reparte dones a cada miembro de la iglesia para edificación de todo el cuerpo, no para alguien individualmente.
La Comunión en la palabra de Dios, nos permite andar en un mismo pensamiento, en un mismo sentir como dice Filipenses 1:5 «por vuestra comunión en el evangelio, desde el primer día hasta ahora;»
En Fil 2:1 la palabra de Dios nos explica que la comunión es una señal inequívoca de andar en con Él, «Por tanto, si hay alguna consolación en Cristo, si algún consuelo de amor, si alguna comunión del Espíritu, si algún afecto entrañable, si alguna misericordia,», esto lo reafirma la palabra en 1° Juan 1:7 “pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado.»
Por tanto, el evangelio nos lleva a la comunión, los unos con los otros, unidos por su Santo Espíritu, somos el cuerpo de Cristo y todos los miembros unidos, debemos buscar comunión y armonía porque aun los miembros más débiles son los más imprescindibles, esto lo encontramos en 1 Corintios 12:12-27.