¿Cómo oras frente a la dificultad?
2018-06-17
1. Oración inicial
Señor, dame tu gracia para seguir adelante perseverando en oración a pesar de los problemas y úngeme con tu poder para vencer cualquier dificultad. Capacítame para hablar con denuedo tu Palabra. Amén.
2. Lee la palabra de Dios
“Y ellos, habiéndolo oído, alzaron unánimes la voz a Dios, y dijeron: Soberano Señor, tú eres el Dios que hiciste el cielo y la tierra, el mar y todo lo que en ellos hay; que por boca de David tu siervo dijiste: ¿Por qué se amotinan las gentes, Y los pueblos piensan cosas vanas? Se reunieron los reyes de la tierra, y los príncipes se juntaron en uno contra el Señor, y contra su Cristo. Porque verdaderamente se unieron en esta ciudad contra tu santo Hijo Jesús, a quien ungiste, Herodes y Poncio Pilato, con los gentiles y el pueblo de Israel, para hacer cuanto tu mano y tu consejo había antes determinado que sucediera. Y ahora, Señor, mira sus amenazas, y concede a tus siervos que con todo denuedo hablen tu palabra, mientras extiendes tu mano para que se hagan sanidades y señales y prodigios mediante el nombre de tu santo Hijo Jesús. Cuando hubieron orado, el lugar en que estaban congregados tembló; y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y hablaban con denuedo la palabra de Dios”, Hechos 4:24-31
3. Reflexiona
Después del milagro hecho por Pedro y Juan al sanar a un cojo, viene una gran controversia para los apóstoles, se les prohíbe predicar en el nombre de Jesús. En esta situación difícil convocaron a toda la iglesia a orar, para fortalecer su fe y para no desanimarse por la oposición al evangelio. La respuesta a esta oración no se hizo esperar por parte del Señor, los ungió con el poder del Espíritu Santo para que siguieran testificando de su Palabra, con más denuedo, fuerza y valentía.
A partir de ese momento se manifestó con más contundencia el poder de Dios en medio de su iglesia naciente. Fueron llenos del Espíritu Santo y experimentaron su plenitud, se volvieron más intrépidos para proclamar la Palabra de Dios, fortalecieron su unidad, se dice que eran “de un solo corazón y un alma”, hubo una sumisión sobrenatural al Señor, se volvieron más productivos ya que obtuvieron más frutos en la obra de Dios, fueron más generosos para entregar sus vidas, su tiempo y sus recursos en favor del evangelio.
¿Cuándo nos hallamos ante pruebas que debilitan nuestra fe, qué actitud tomamos? Podemos estar temerosos e inseguros y vacilar en nuestra fe, o por el contrario, buscamos con más ahínco el rostro del Señor para que nos revista de su Espíritu y poder para enfrentar cualquier situación. Sólo la oración puede darnos la victoria sobre cualquier problema.
Hay muchas cosas que se oponen a nuestra fe: el mundo y sus deseos, nuestra débil carne y el enemigo que siempre pondrá personas y situaciones difíciles, para hacernos caer en desánimo, es aquí donde debe surgir la necesidad de obedecer primero a Dios antes que a los hombres, nuestras convicciones deben prevalecer frente a todo lo que se levante en contra de Dios y en contra de nosotros.
La manera como oremos nos garantiza la victoria. No es pedir a Dios que nos quite el problema, sino alabarlo en medio de él, presentar específicamente nuestra necesidad y pedir ayuda, como lo hicieron los creyentes del primer siglo.
Hoy más que nunca debemos orar con otros por todas las necesidades personales y por la obra del Señor. Pidamos sabiduría y fortaleza para llevar su mensaje a nuestras familias y conocidos, y valor para enfrentar nuestros temores frente a las dificultades.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
Puedes compartir este devocional en Facebook, Whatsapp, Twitter y LinkedIn