¿Cómo deleitarnos en el Señor?
2021-06-10
1. Oración inicial
«Me deleito mi Señor en tu presencia, en obedecer tu Palabra gracias al amor puesto en mi corazón, guía mi camino para que todas mis acciones te glorifiquen y te agraden, quiero ser un siervo aprobado, un hijo obediente del cual sientas regocijo, por medio de la fe en Cristo Jesús. Amén»
2. Lee la palabra de Dios
“Deléitate asimismo en Jehová, y él te concederá las peticiones de tu corazón.”, Salmo 37:4
“Jehová está en medio de ti, poderoso, él salvará; se gozará sobre ti con alegría, callará de amor, se regocijará sobre ti con cánticos.”, Sofonías 3:17
3. Reflexiona
Deleitarme en el Señor se trata de saber que en medio de circunstancias externas no favorables, mi atención, esperanza y recompensa están en Dios, en todo lo que Él tiene para mí y en su propósito para mi vida.
Me deleito en algo no solo porque me gusta o me hace sentir bien, sino porque tengo la seguridad de que lo que vendrá será lo mejor que me pueda pasar, entonces deleitarse no se trata de estar feliz pensando equivocadamente que el Señor satisfará todos mis caprichos, sino porque lo que Él me dará es más alto, sublime y mucho mejor, que aquello que espero o puedo desear, “Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman” (1 Corintios 2:9).
Podemos específicamente deleitarnos en las siguientes cosas:
En su Palabra: así como Jesús nos dijo en Juan 15:11: “Estas cosas os he hablado, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea cumplido.” y también dice el Salmo “Me regocijaré en tus estatutos; no me olvidaré de tus palabras.” (Salmos 119:16). Nos deleitamos en la presencia de Dios cuando la encontramos en la intimidad de la oración, “Me mostrarás la senda de la vida; en tu presencia hay plenitud de gozo; delicias a tu diestra para siempre. (Salmo 16:11), también en hacer su voluntad siguiendo el plan de Dios para nuestra vida que está revelado en la Escritura, “El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado, y tu ley está en medio de mi corazón.” (Salmo 40:8), en la provisión y providencia de Dios en nuestra vida, “Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre; pedid, y recibiréis, para que vuestro gozo sea cumplido” (Juan 16:24)
Así que me deleito en su Palabra, en la presencia de Dios, en hacer su voluntad y en su generosa providencia, esto me llena de su amor, que lo llena todo y completa mi gozo. Pero hay un resultado maravilloso de deleitarnos en el Señor y es que trae también gozo a Dios, porque lo que hacemos le agrada; al tener una vida aprobada por Dios, hay deleite para nosotros y regocijo para Dios. Como un padre que se alegra por los buenos frutos y obediencia de sus hijos, así mismo nuestro Padre Celestial se goza porque hacemos su voluntad identificados con Jesús. Nuestro deleite en Cristo agrada a Dios. Así que no perdamos oportunidad para deleitarnos en el Señor.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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