Cargas pesadas

Señor gracias porque en tu palabra encuentro descanso para mi alma, con la guía de tu Espíritu me conduces a toda verdad y me libras de vivir una vida de falsa religión, gracias por que voy creciendo y santificándome en tu verdad

“Respondiendo uno de los intérpretes de la ley, le dijo: Maestro, cuando dices esto, también a nosotros nos insultas.  Y El dijo: ¡Ay también de vosotros, intérpretes de la ley!, porque cargáis a los hombres con cargas difíciles de llevar, y vosotros ni siquiera tocáis las cargas con uno de vuestros dedos.”, Lucas 11:46 
“Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.”, Mateo 11:28-30

La diferencia entre las religiones y el cristianismo es que las religiones colocan cargas pesadas en las personas que ni siquiera los hombres que las inventaron pueden cumplir, mientras tanto el cristianismo no es una religión, es una persona viva: Jesucristo. El nos enseña en su palabra que vayamos a él, todos los que estamos trabajados y cansados y el nos hará descansar, entonces no insistamos en ir a una religión, vayamos directamente al mismo Dios, que ha colocado su Espíritu en todos lo que creen, para darnos libertad y acceso directo a tener una relación intima con el.
Otra diferencia importante entre la religión y el cristianismo, es que el religioso se viste de una falsa moral, mientras tanto el cristiano el Espíritu Santo lo reviste de santidad, lo cual es la característica esencial de un Cristiano, conforme dice en Colosenses 3:12, “ Vestíos pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañas de misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de tolerancia;”.
Pongamos en practica esta enseñanza, lo que nos debe diferenciar de las religiones son dos puntos esenciales: uno, la relación intima con la persona de Jesucristo, a través de la Biblia y la oración, y dos, una vida de santidad, demostrada en una vida practica diaria de misericordia con los demás, de benignidad, de humildad, de mansedumbre y de tolerancia.