Cárceles emocionales. Parte 1
2019-09-14
1. Oración inicial
Gracias mi Señor porque me has dado libertad en mi mente, porque tu verdad revelada nos conduce hacia sendas de justicia y amor, porque donde está tu Espíritu, allí hay libertad. Amén.
2. Lee la palabra de Dios
“El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; a pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos”, Lucas 4:18
3. Reflexiona
Tal vez muchos no están en una prisión física, pero sí encerrados en conflictos emocionales que los mantienen atrapados en su mente.
Incluso hay personas que físicamente han ido a parar a una cárcel por algún delito cometido o incluso por injusticia, y han encontrado allí la libertad cuando han escuchado y creído en la Palabra de Dios.
Porque la Palabra de Dios, cuando la aceptamos, tiene un primer efecto y es el de liberar nuestra mente de la opresión de la mentira, que causa confusión y altera nuestra forma de actuar. La mentira nos lleva a estar cautivos de nuestras emociones, porque creerle implica no estar atento a escuchar la guía del Espíritu de Dios, pues Jesús nos prometió que Él nos guiaría a toda verdad.
¿Hay alguna opresión en tu vida que te lleva a sentirte sin salida, atrapado en sí mismo o en los problemas? Evalúa lo que es verdad en cada situación, analizando todo frente a lo que dice la Biblia y llevando el pensamiento a la obediencia a Cristo. A través de su Palabra encontramos libertad y paz para nuestro pensamiento, pues no se trata de que no tengamos ningún problema o de que se terminen inmediatamente, sino que Dios nos da la fuerza para resistir, la sabiduría para resolver y la libertad a través de su Palabra.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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