Capacitados para servir al Señor
2018-11-04
1. Oración inicial
Señor guíame, quiero estar preparado para toda buena obra, para ser un testigo fiel del llamado que haz hecho en mi corazón, y ser ejemplo de rectitud y conocimiento de tu verdad, para que a través de mi vida, quienes están perdidos puedan conocerte. Amén.
2. Lee la palabra de Dios
«Y el Dios de paz que resucitó de los muertos a nuestro Señor Jesucristo, el gran pastor de las ovejas, por la sangre del pacto eterno, os haga aptos en toda obra buena para que hagáis su voluntad, haciendo Él en vosotros lo que es agradable delante de Él por Jesucristo; al cual sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.», Hebreos 13:20-21
3. Reflexiona
Dios nos hace el llamado más especial en Cristo y nos da a su Espíritu para dotarnos de capacidad para dar testimonio de su salvación, su gran amor y su justicia en Jesús (2 Corintios 1:21-22).
Tenemos entonces todo el potencial, para servir al Señor con toda diligencia, pero debemos capacitarnos para que manejemos con precisión la Palabra de Dios, para que por la dirección y el ejemplo de maestros y pastores que Dios ha preparado para la edificación de la iglesia, crezcamos cada día más en el conocimiento de Cristo. Esto llevará a que podamos ser siervos humildes, amables y preparados en la enseñanza de la verdad, para que al dar razón de nuestra fe a otros, Dios en su misericordia les conceda a quienes les llevamos el mensaje y a quienes nos observan, que se arrepientan para que sean conducidos al conocimiento de Jesucristo (2 Timoteo 2).
El llamado de hoy es a que iniciemos una preparación detallada, consciente, para que no seamos mediocres espirituales, sino soldados preparados altamente en hacer lo que agrada a Dios. Atletas que se han preparado de la mejor manera para ganar la competencia y que pueden ser usados por Dios de manera sobrenatural y así hacer su voluntad; llevando el mensaje de luz y esperanza a un mundo agobiado por las mentiras y las falsas enseñanzas que llevan a la muerte.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
Puedes compartir este devocional en Facebook, Whatsapp, Twitter y LinkedIn