Caminar con Dios
2020-10-26
1. Oración inicial
«Amante Padre celestial, el mayor anhelo de mi corazón es caminar en íntima comunión contigo y agradarte en todo. Qué ejemplo tan maravilloso el de Enoc, anduvo toda su vida de principio a fin en una relación continua, sincera y de amor contigo y lo premiaste llevándolo vivo al cielo. Así como Enoc, quiero que mi corazón esté cerca de ti todos los días de mi vida, amándote y obedeciéndote hasta el final. Amén.»
2. Lee la palabra de Dios
“Vivió Enoc sesenta y cinco años, y engendró a Matusalén. Y caminó Enoc con Dios, después que engendrGénesis 5:21-24 “Vivió Enoc sesenta y cinco años, y engendró a Matusalén. Y caminó Enoc con Dios, después que engendró a Matusalén, trescientos años, y engendró hijos e hijas. Y fueron todos los días de Enoc trescientos sesenta y cinco años. Caminó, pues, Enoc con Dios, y desapareció, porque le llevó Dios”, Génesis 5:21-24
“Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron. Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor”, 1 Tesalonicenses 4:15-17
3. Reflexiona
Enoc es una de las personas anteriores al diluvio de quién se sabe muy poco. Sólo se nos dice que caminó con Dios y desapareció porque Dios se lo llevó. Fue removido de esta tierra y llevado al cielo, no experimentó la muerte física.
La expresión “caminó con Dios” indica comunión continua con Dios. En Hebreos 11:5 dice: “Por la fe Enoc fue traspuesto para no ver muerte, y no fue hallado, porque lo traspuso Dios; y antes que fuese traspuesto, tuvo testimonio de haber agradado a Dios”. No vio la muerte como resultado de su fe y de la vida que llevaba que era un testimonio agradable a Dios.
Sabemos por la Palabra de Dios que también el profeta Elías subió al cielo sin experimentar la muerte física, y el apóstol Pablo nos enseña en 1 Tesalonicenses que algunos creyentes estarán vivos al regreso del Señor, y serán arrebatados y transformados sin experimentar la muerte física, para reunirse con el Señor junto con los otros creyentes que están muertos y resucitarán en ese mismo momento. Realmente es nuestra fe en Jesucristo la que nos concede finalmente la victoria sobre la muerte física, porque nos ha dado la seguridad de una vida eterna.
Cuando caminamos con Dios es porque hemos sido reconciliados por el sacrificio de Cristo en la cruz y, hemos experimentado la regeneración del Espíritu Santo que ha venido a habitar en nuestros corazones para ayudarnos a llevar una vida santa y recta delante de Dios. Caminar con Dios es tener una relación permanente de confianza, amor y sinceridad con nuestro amado Dios, actuar siempre bajo su mirada, tratando de agradarle en todo. Es dejar de vivir para nosotros mismos y empezar a vivir para Dios.
El premio tanto para Enoc, Elías y nosotros es el cielo si caminamos en santidad de la mano de Él, con la seguridad de que mientras estemos en esta tierra nos sustentará en medio de las tormentas de la vida.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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