Cambio de perspectiva
2024-02-13
1. Oración inicial
«Señor quiero llevar mi vida como un testimonio vivo de Cristo en mí, que su amor revelado a mi vida y puesto en acción por el Espíritu sea la manera de comunicar a otros el mensaje maravilloso de tu Palabra, para gloria de Dios Padre, amén.»
2. Lee la palabra de Dios
“El que hurtaba, no hurte más, sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno, para que tenga qué compartir con el que padece necesidad. Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes. Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención.” Efesios 4:28-30
3. Reflexiona
El cambio de perspectiva es cuando miramos las cosas desde un punto de vista radicalmente diferente, y este punto de vista es el del Espíritu. “Andar en el Espíritu” implica que antes de poder andar, debemos pensar como piensa Cristo, pues por la fe en él “tenemos la mente de Cristo” (1 Corintios 2:16), precisamente este versículo está en el contexto de la vida de revelación y guía del Espíritu, pues él, la tercera persona de la trinidad, conoce las cosas de Dios y las trae a nosotros, no por nuestro esfuerzo mental, sino por la gracia de Cristo, para que la gloria sea de Dios y no de nosotros.
Para poder tener un cambio de perspectiva es necesario alinearnos a la Palabra de Dios, revelada por el Espíritu. Como afirma la escritura:“Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios” (1 Corintios 2:10), es decir la revelación de Dios está escrita pero necesitamos acercarnos por medio de su Espíritu para entender la Palabra, como nos explica el capítulo que nos ofrece el contexto el dia de Hoy “Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente” (1 Corintios 2:14).
Este entendimiento y conocimiento que el Espíritu Santo trae a nosotros, por revelación debe producir en nosotros una respuesta de amor, sí, el amor de Dios que se revela para que motivados por ese mismo amor hagamos dos cosas ineludibles:
Primero, prediquemos el evangelio, explicando a otros las cosas del Espíritu de Dios que nos fueron reveladas y segundo, vivamos una vida conforme a esa revelación que hemos recibido, siendo coherentes entre lo que conocemos de Dios y nuestra manera de actuar y vivir ante los demás para demostrar el fruto del Espíritu: “Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.” (Gálatas 5:22-23)
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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