Cada uno mire como sobreedifica.
2017-05-16
1. Oración inicial
Amado Dios, gracias por la persona que sembró la semilla de fe en mi corazón, para que invitara a Jesucristo a mi vida. Gracias por las personas que han regado esa semilla con su enseñanza, en el conocimiento de tu Palabra y de tus sabios principios. Hazme obediente a ellos, para crecer espiritualmente hasta alcanzar la estatura de Cristo. Amén
2. Lee la palabra de Dios
“¿Qué, pues, es Pablo, y qué es Apolos? Servidores por medio de los cuales habéis creído; y eso según lo que a cada uno concedió el Señor. Yo planté, Apolos regó; pero el crecimiento lo ha dado Dios. Así que ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios, que da el crecimiento. Y el que planta y el que riega son una misma cosa; aunque cada uno recibirá su recompensa conforme a su labor. Porque nosotros somos colaboradores de Dios, y vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios. Conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada, yo como perito arquitecto puse el fundamento, y otro edifica encima; pero cada uno mire cómo sobreedifica. Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo”. 1 Corintios 3:5-11
3. Reflexiona
¿Has visto una edificación venirse abajo? Generalmente sucede cuando sus cimientos no son fuertes o los materiales con que se construye, no son de buena calidad. Por eso cualquier obra de arquitectura o civil, debe cumplir ciertos requisitos y ser supervisada constantemente. Igual es con nuestra vida espiritual. Dios cada día hace su obra en nosotros como perito arquitecto y coloca el material en nosotros a través de su Santo Espíritu; y todos los días nos llama a cuentas en nuestra relación con Él, para supervisar como vamos en nuestro crecimiento espiritual.
El apóstol Pablo le afirma a los corintios que el mismo puso el único fundamento que es Jesucristo, por la gracia de Dios. Así, en nuestra vida alguien un día nos compartió de Cristo y puso el fundamento en nosotros. Lo importante es como se edifica sobre ese fundamento, si se usan materiales defectuosos podemos estar arruinando nuestra edificación espiritual, con falsas enseñanzas, con legalismos y herejías que nos pueden desviar de la fe verdadera.
La calidad del fundamento no puede ponerse en tela de juicio porque es Cristo mismo, lo que los hombres hagan después de ese fundamento es lo que puede estar en entredicho. Debemos construir con base en la Palabra de Dios, que como el oro, la plata y las piedras preciosas, es el único material valioso y duradero para edificarnos. Sana doctrina y testimonio que encaje en las normas de Dios.
El evangelio encierra el sabio plan de Dios Padre para nuestra vida, el ejemplo por medio de la diligente obediencia de Jesucristo que debemos seguir y la sabia guía del Espíritu Santo dándonos sus diferentes dones para su propósito en nosotros. Cualquier otra enseñanza fuera de esta puede ser una mala enseñanza. Los ministros son puestos por Dios, el que planta y el que riega son uno, empleados por un Maestro, encargados de la misma revelación, ocupados en una obra y dedicados a hacer crecer el edificio de Dios.
Preocupémonos por conocer más la Palabra de Dios y obedecerla, solo así edificaremos una vida cristiana consistente.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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