Busca a Dios
2017-04-07
1. Oración inicial
Señor Jesús tu eres la puerta de mi salvación, hoy quieres que me rinda ante ti reconociendo que debo esforzarme por buscarte cada día, por construir contigo una verdadera relación de comunión y amor. Quiero hacer todo lo posible para crecer en ti y llevar a otros hacia la salvación. Amén.
2. Lee la palabra de Dios
“Poned, pues, ahora vuestros corazones y vuestros ánimos en buscar a Jehová vuestro Dios; y levantaos, y edificad el santuario de Jehová Dios, para traer el arca del pacto de Jehová, y los utensilios consagrados a Dios, a la casa edificada al nombre de Jehová”, 1 Crónicas 22:19
“Esforzaos a entrar por la puerta angosta; porque os digo que muchos procurarán entrar, y no podrán”, Lucas 13:24
3. Reflexiona
Todo lo que hagamos para construir una relación íntima, continua, sincera y de amor con el Señor, requiere esfuerzo. Como lo fue en el tiempo del rey David reunir todos los materiales para construir el templo de Dios, el santuario para adorarle, reverenciarle y servirle. Salomón tenía todos los materiales para construirlo, pero le faltaba solo una cosa: levantarse y actuar. Por eso el consejo de David a su hijo Salomón, fue que pusiera todo el ánimo y esfuerzo en buscar a Dios.
El oro, la plata y demás materiales usados en la construcción del templo, pueden simbolizar la fuerza espiritual que cada uno de nosotros posee, desde el momento de recibir a Cristo. Por la presencia de su Santo Espíritu. Esto debe llevarnos a levantarnos, a animarnos a edificar una vida espiritual consistente.
Dios nos ha dado la fe, debemos actuar y empezar a orar, a leer su Palabra con perseverancia, llenarnos de la sabiduría y el entendimiento para utilizar los recursos espirituales que nos ha dado. Él espera que consagremos nuestros talentos para servirle en la conquista de este mundo. Hallar la salvación requiere más concentración y esfuerzo de lo que muchas personas esperan invertir.
La naturaleza humana a veces domina a las personas y les impide caminar hacia la salvación y al creyente hacia el crecimiento cristiano. Seguir a Cristo no es fácil. Debemos esforzarnos por entrar por la puerta estrecha, sin importar el costo. Esto implica humillarse delante de Dios, arrepentirse y confesar los pecados, renunciar a los placeres del mundo y a todo aquello que nos aleje de su presencia, teniendo un deseo diligente por conocerle y establecer una relación de confianza con Él. La pregunta es ¿Todavía estamos luchando para que otros entren en Cristo? ¿Estamos esforzándonos o nos hemos rendido? ¿Seguimos sentados en la iglesia, esperando a que todo venga del cielo o nos estamos esforzando por crecer espiritualmente? ¿Estamos obedeciendo sus mandamientos?
Deberíamos preguntarnos ¿Por qué son pocos los que se salvan? Las personas no están dispuestas a renunciar a su vida y a emprender un cambio total. Sólo el Espíritu Santo puede convencerlos. Compartamos de Cristo antes de que la puerta estrecha se cierre y ya no haya más oportunidad.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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