Bondad
2019-01-11
1. Oración inicial
Señor Jesucristo, gracias por ser el ejemplo perfecto de bondad, por demostrarla al mundo con tu obra en la cruz. Ayúdame a luchar y crecer en este fruto para hacer el bien en este mundo y glorificarte a través de mis buenas obras. Amén.
2. Lee la palabra de Dios
«porque el fruto del Espíritu es en toda bondad, justicia y verdad», Efesios 5:9
«Por lo cual asimismo oramos siempre por vosotros, para que nuestro Dios os tenga por dignos de su llamamiento, y cumpla todo propósito de bondad y toda obra de fe con su poder, para que el nombre de nuestro Señor Jesucristo sea glorificado en vosotros, y vosotros en él, por la gracia de nuestro Dios y del Señor Jesucristo», 2 Tesalonicenses 1:11-12
3. Reflexiona
Dios anhela que la tierra este llena de su bondad, lo que Él considera bueno está escrito en su Palabra, pero el hombre desde la caída de Adán y Eva ha tergiversado la bondad, siguiendo su propia definición de bondad llamando a lo malo bueno. La mayoría de las personas deciden qué está bien o qué está mal, sin basárse en lo que Dios enseña, sino en sus actitudes, sentimientos o en su propio razonamiento.
Sólo a la luz de Cristo podemos producir este fruto, regirnos por lo que es bueno, por la más alta moral y valores éticos. La meta de un cristiano debe ser el bien, siendo generoso de espíritu y teniendo un buen corazón donde fluya siempre la bondad.
Dios es perfectamente bueno y quiere que crezcamos en el fruto del Espíritu de la bondad para que seamos como Él.
La bondad es un amor que se convierte en acción, es hacer el bien sin esperar recompensas. El Señor nos llama a hacer buenas obras Mateo 5:16 “Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos”.
Con nuestra bondad podemos testificar de Cristo a los que nos rodean. La verdadera y auténtica bondad proviene del Espíritu Santo y va acompañada de la paciencia y la benignidad; estas son cualidades del carácter del Señor que debemos cultivar para agradarlo. Que el Señor perfeccione plenamente en nosotros toda bondad según su buen propósito, esta virtud es paralela con nuestra obra de fe, porque su fin es glorificar a Jesucristo que es el principal objeto de la fe.
Debemos caminar como hijos de luz, en toda buena obra, en toda bondad y verdad que se oponen claramente a la malicia y la mentira de este mundo. El mundo sigue siendo influenciado por Satanás en lo concerniente a lo que está bien o está mal y la sociedad avanza vertiginosamente a la descomposición moral y espiritual.
Debemos entonces pensar en nuestros actos, pensamientos y palabras, ¿estos reflejan la bondad de Dios? ¿Estamos influenciando el mundo con el bien?
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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