Bendecidos con toda bendición
2016-02-08
1. Oración inicial
Amado Dios, gracias por todas las bendiciones espirituales con las que me has bendecido, en ti tengo todos los beneficios de conocerte, para hacer tu voluntad y disfrutar de la esperanza de eternidad contigo. Amén.
2. Lee la palabra de Dios
«Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo».
«para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él, alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos, y cuál la supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, según la operación del poder de su fuerza».
3. Reflexiona
La Biblia nos dice que hemos sido bendecidos con toda bendición, pero la mayoría pasamos por alto las inmensurables riquezas en gloria que Dios tiene para nosotros. Viviendo en pobreza espiritual. Muchos tienen una visión muy limitada de la salvación, por eso debemos orar para que el Señor nos dé espíritu de sabiduría y revelación en el conocimiento de Dios y saber lo que Dios tiene preparado para los que le aman. Necesitamos que los ojos de nuestro entendimiento sean abiertos a un conocimiento que va más allá del intelecto, un conocimiento verdadero en el corazón, de Él y de su amor. Por eso debemos acercarnos humildemente dispuestos a ser enseñados por medio de la revelación del Espíritu.
Estamos en paz con Dios al ser justificados, estamos protegidos ante la ira de Dios, porque Cristo llevó toda la ira de Dios sobre sí mismo en la cruz, hemos sido librados de toda condenación porque estamos en Cristo. Hemos sido hechos perfectos para siempre, no por un tiempo, sino para siempre, por su sacrificio en la cruz. Hemos sido hechos aceptables ante Dios, entonces porque persistimos en ignorar todas estas bendiciones y seguimos viviendo por vista y no por fe.
Hemos sido hechos completos porque en nosotros habita toda la plenitud de la Deidad. ¿Necesitamos añadir algo a nuestra vida? Todo está completo, aunque Dios tiene que seguir construyendo y entrenando nuestras vidas, el comenzó en nosotros la buena obra y no la terminará hasta el día en que Jesús regrese por nosotros y nuestros cuerpos sean transformados en nuevos. Hemos sido hechos ciudadanos del cielo, ahora vivimos para Dios. Todo esto es un gran intercambio divino. Disfruta de toda esta riqueza espiritual.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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