Avanzar por fe. Parte 1

Padre Amado, gracias porque me justificaste a través de tu Hijo Jesucristo, y hoy vivo mi vida en fe, creyendo y confiando plenamente en ti, avanzando hacia el cumplimiento de tu perfecta voluntad y de los propósitos que tú has marcado para mi vida. Te amo Señor. Amen

“Porque por fe andamos, no por vista; pero confiamos, y más quisiéramos estar ausentes del cuerpo, y presentes al Señor. Por tanto procuramos también, o ausentes o presentes, serle agradables”

“El justo por su fe vivirá” Expresión que se repite en tres ocasiones diferentes, por tanto no se trata de una sugerencia, sino de la voluntad de Dios para tu vida. El único camino para vivir, según Dios, es la fe; no existen alternativas. “Sin fe es imposible agradar a Dios, porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que él existe y que recompensa a los que lo buscan”.
Reflexionemos unos instantes y consideremos algunas preguntas relacionadas con esta verdad transformadora:
¿Quiénes son “los justos”?
Pablo dice: “Sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la Ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la Ley, por cuanto por las obras de la Ley nadie será justificado” (Gálatas 2:16). La justificación, es decir, considerarte como si nunca hubieras pecado, no se puede ganar; es un regalo que viene por fe. Si has depositado tu confianza en Cristo, entonces eres aceptado totalmente a los ojos de Dios. ¿No es algo extraordinario?
¿Qué significa “caminar”?
Pablo dice: “Porque por fe andamos, no por vista”. Caminar requiere levantarse y empezar a moverse. No puedes quedarte sentado y esperar a que llegue el Arrebatamiento. Para caminar, necesitas motivación, y te mueves de acuerdo a un objetivo a una dirección con metas claras y precisas; comprometiéndote a movilizar tus energías y tus recursos para el cumplimiento del propósito y del destino que Dios te ha marcado.
Para caminar por fe, tienes que moverte hacia adelante con decisión, buscando siempre llevar a cabo el propósito de Dios en tu vida.