Atalayas de nuestra familia
2023-08-30
1. Oración inicial
«Padre me has dado la salvación por gracia, por medio de la fe en Jesucristo; ahora quiero llevar este mensaje a mis seres queridos, a mis conocidos y a mi familia para que crean que tú nos has amado tanto que enviaste a tu hijo Jesús, para que todo aquel que crea en Él no se pierda mas tenga vida eterna, amén.»
2. Lee la palabra de Dios
“Cuando yo dijere al impío: De cierto morirás; y tú no le amonestares ni le hablares, para que el impío sea apercibido de su mal camino a fin de que viva, el impío morirá por su maldad, pero su sangre demandaré de tu mano. Pero si tú amonestares al impío, y él no se convirtiere de su impiedad y de su mal camino, él morirá por su maldad, pero tú habrás librado tu alma.” Ezequiel 3:18-19
3. Reflexiona
Ya sea en el colegio, universidad, trabajo o en nuestra familia, si hemos creído verdaderamente en Jesucristo, en aquel que nos lavó de nuestros pecados y nos dio vida eterna, estamos llamados a ser los atalayas, a evitar que perezcan nuestros conocidos, amigos o nuestra familia por falta de conocimiento de la palabra de Dios (Oseas 4:6).
Este conocimiento nos enseña que si hemos creído en el Señor Jesucristo seremos salvos nosotros y nuestra familia, si les compartimos la buena noticia de salvación, como lo hicieron con nosotros, y si ellos creen en nuestro anuncio (Hechos 16:31, Hebreos 4:2).
Debemos insistirles a nuestros seres queridos, porque el tiempo de su segunda venida ya se acerca, y la mejor manera de mostrarles que Cristo habita en nuestro interior es amarlos, perdonando todo y buscando restaurar las relaciones rotas. El mismo amor y misericordia que Cristo nos dio a nosotros debemos proyectarlo a ellos, dando de gracia lo que hemos recibido de gracia, (la gracia es el favor inmerecido de Dios) (Mateo 10:8).
Que no nos quede en nuestra conciencia que pudiendo haberles enseñado el evangelio y demostrado todo el amor que hemos recibido, lo hayamos hecho a cuenta gotas o, peor, que no lo hayamos hecho. Perder a un ser querido es muy doloroso, pero mucho más terrible es que muera sin haber creído en Jesús para vida eterna. Si has creído que Jesús murió en tu lugar por tus pecados, evidencia tu fe apartándote del pecado, confiando plenamente en el Salvador de tu alma, y pide a su Espíritu para que te ayude a no practicar más el pecado.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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