Andar en amor. Parte 2
2023-05-02
1. Oración inicial
«Padre gracias te doy por tu palabra pues a través de ella me instruyes acerca de la importancia de andar en tu amor y de compartirlo a los demás. Mi anhelo en este y todos los días es a creer en todas las verdades que me revelas por medio de las Escrituras, pues una vez creo en ellas tu Espíritu Santo, quien vive y mora en mí, me lleva a experimentarlas de manera práctica en mi vida. Te lo pido en el nombre de Jesús, amén.»
2. Lee la palabra de Dios
«Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios. El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor» 1 Juan 4:7-8
3. Reflexiona
Sin duda alguna para poder experimentar en nuestras vidas de manera real lo que significa andar en amor, necesitamos del amor de Dios, pues como lo vemos en las Escrituras el amor proviene de Dios, pues Él es amor. Lo maravilloso de conocer esta gran verdad es que ese amor de Dios ya ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo (Romanos 5:5b) y lo que ahora falta, es que de ese amor que hemos recibido, lo compartamos a los demás. Y ¿cómo podemos hacerlo? Claramente solos no podríamos manifestar el amor de Dios, pues como dice Juan 15:5b: “Separados de mí nada podéis hacer”, por eso para llevar a cabo el andar en amor necesitamos de Él, y por ello Dios ha puesto en nosotros al Ayudador, a su Santo Espíritu, pues el amor no solo lo experimentamos por medio de Él, sino que también se desarrolla en nosotros como un fruto que es capaz de impactar nuestras vidas y la de los demás (Gálatas 5:22a) Y es que a medida que creemos en estas verdades que nos son reveladas por medio de la palabra, el Espíritu Santo las hace una verdad en nuestras vidas llevándonos a experimentar lo que es andar en amor.
Ahora, ¿cómo puedo permanecer en ese andar? Jesús nos da la clave: “Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor.” Juan 15:10; Cristo nos enseña a través de su vida cómo podemos manifestar a otros el amor de Dios a pesar de las ofensas, traiciones y demás actos que nos demuestren los demás, pues el amor no se da como resultado de un “merecer” sino por el carácter de Dios, ese carácter que nos revela que Él nos ha dado su amor a pesar de que no lo merecíamos, y que de igual forma debemos hacer nosotros (compartir por gracia el amor de Dios) cumpliendo así lo que dice Juan 15:16b “y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca;”
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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