Amor Redentor
2022-12-06
1. Oración inicial
«Padre Santo, gracias por permitirme creer en tu amado Hijo, gracias por quitar mi pecado y vestirme de tu santidad y amor, gracias por Jesucristo, quien con su amor redentor me conquistó, gracias por tu Santo Espíritu, por quien tengo comunión contigo, y gracias por llevarme a tu cruz para hacerme entender el alto precio que tuviste que pagar por mi redención, amén.»
2. Lee la palabra de Dios
“Y Jehová Dios hizo al hombre y a su mujer túnicas de pieles, y los vistió.” Génesis 3:21
“Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.” Romanos 5:8
3. Reflexiona
La reacción de Dios frente a la traición del hombre es sorprendente, pues, aunque el hombre había faltado a su amor, Él los cubrió con túnicas de pieles, quitando las hojas de higuera que ellos mismos se habían colocado para tapar su desnudez; esta acción, que implicó el primer sacrificio que se realizó en el mundo, nos muestra el amor redentor de Dios.
Génesis 3:21 nos deja ver entre líneas que, lo hecho por Dios, involucró el derramamiento de la sangre de los animales de los cuales se tomaron las pieles, pero además, nos deja ver que este acto permitía cubrir el pecado; sin embargo, su amor iría más allá, pues Dios ya tenía en mente un plan que no solo cubriría el pecado, sino que lo quitaría y permitiría que esa relación de intimidad y amor inicial entre Dios y el hombre fuera restaurada.
Es por eso que, de manera profética, Dios declara en Génesis 3:15 “Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar”, haciendo referencia al acto de redención más grande jamás conocido, pues llevar a cabo su plan de salvación implicaría el sacrificio de su propio Hijo, demostrando lo declarado en Romanos 5:8 “Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.”
Este maravilloso designio quitaría esa barrera de pecado que impedía, al hombre, experimentar lo que es ser amado por Dios, para así poder corresponder y compartir ese extraordinario amor. Hoy, más que nunca, compartamos de este amor redentor, pues miles de personas se están perdiendo y Dios quiere seguir vistiendo a la humanidad, pero ya no con pieles de animales, sino con la santidad y amor que vienen por la fe en su amado Hijo Jesús.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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