Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Parte 2
2020-03-13
1. Oración inicial
«Señor, haz de mí una persona llena de humildad, ayúdame a ejercer el dominio propio que colocaste en mi por medio de tu Espíritu; que el mundo conozca que soy tu discípulo, porque demuestro amor por mi prójimo. Amén
«
2. Lee la palabra de Dios
“No nos hagamos vanagloriosos, irritándonos unos a otros, envidiándonos unos a otros.” Gálatas 5:26
3. Reflexiona
Querer atribuirnos méritos o cualidades para poner nuestra razón por encima del otro y derrotar su argumento, nos hace realmente personas necias que se llenan de gloria vana o vacía. Entonces, sí el otro falla, ¿es razón suficiente para señalar sus defectos y colocar nuestras virtudes como ejemplo?
Enfrascarse en la discusión de “yo si hago, tú no haces”, “yo si soy, tú no eres” no edifica al otro, no construye sino que destruye.
Porque nosotros también en otro tiempo, sin Cristo, éramos pecadores y Dios nos perdonó, nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo, como escrito está en Tito 3:5.
Cuando vayamos a entrar en discusiones y nos sintamos en la tentación de irritarnos contra nuestro prójimo, o nuestros hermanos, tengamos presente que Dios: “No ha hecho con nosotros conforme a nuestras iniquidades, ni nos ha pagado conforme a nuestros pecados.” (Salmo 103:10), sino que se compadeció de nosotros como un padre de su hijo, y envió a su hijo Jesús en condición de hombre, para que muriera en nuestro lugar, por nuestros pecados. ¡Qué Dios tan grande y qué tan inmensa su paciencia!, nosotros, hemos de retribuir a nuestro prójimo, de la misma manera.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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