Alabemos a Dios por su bondad
2017-01-03
1. Oración inicial
Señor, queremos alabarte cada día, anunciar cada mañana tu misericordia y tu fidelidad cada noche. Tú eres digno de ser alabado por tus justos juicios, por tu bondad y tus misericordias. Que la gratitud esté siempre en nuestros labios y que abunde en nuestro corazón, porque eres bueno y grandes son tus obras.
2. Lee la palabra de Dios
«Bueno es alabarte, oh Jehová, Y cantar salmos a tu nombre, oh Altísimo; Anunciar por la mañana tu misericordia, Y tu fidelidad cada noche, En el decacordio y en el salterio, En tono suave con el arpa. Por cuanto me has alegrado, oh Jehová, con tus obras; En las obras de tus manos me gozo. ¡Cuán grandes son tus obras, oh Jehová!», Salmo 92:1-5
3. Reflexiona
Cuando la acción de gracias se vuelve una parte integral de nuestra vida, descubrimos que nuestra actitud cambia. Seremos más positivos, misericordiosos, amorosos y humildes. Honrar y alabar a Dios con alegría no se limita a la gente joven que parece tener fortaleza física y vigor constante. Aun en la madurez y la vejez, los creyentes piadosos pueden producir frutos espirituales. El crecimiento espiritual también viene de contar a otros la obra que Dios ha hecho en nuestras vidas. Por eso debemos hacer de la alabanza un estilo de vida y compartir nuestro testimonio dándole la gloria a Dios.
Dios nos habla a través de sus obras, de su creación, cuando observamos sus maravillas. Esto nos provee renovación y nos inspira a ver que Dios ha puesto su belleza en todo. incluso en las cosas más comunes del diario vivir. Recuerda que cuando miramos con corazones dispuestos podemos ver a Dios a nuestro alrededor y siempre habrán motivos para alabarle.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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