Adoración en espíritu y en verdad
2019-05-11
1. Oración inicial
Señor Jesucristo, aquí estoy dispuesto ante ti, con sencillez de corazón para hacer tu voluntad y adorarte en espíritu y en verdad, pues mi alma se apasiona por ti y mi carne te anhela. Te amo Señor con todo mi corazón, mi alma, mi mente y mis fuerzas, amén.
2. Lee la palabra de Dios
«Más la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren. Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren”, Juan 4:23-24
3. Reflexiona
Nos podemos hacer esta pregunta ¿qué es una adoración agradable a Dios? El Señor Jesús se lo reveló a la mujer samaritana en la conversación que tuvieron junto al pozo de Jacob. La mujer discutía sobre los lugares de adoración con Jesús, diciendo que los judíos adoraban en Jerusalén, mientras que los samaritanos adoraban en el monte Gerizim.
Cuando Jesús le dice que él sabía acerca de sus muchos maridos, así como el hecho de que el hombre con el cual vivía no era su marido, ella se sintió descubierta, e intentó cambiar la conversación de su vida personal y pasar a temas religiosos. Jesús no cambiaría el tema, pues quería dejar en firme sobre la verdadera adoración.
De la conversación se concluye que la adoración al Padre en espíritu y en verdad no se limita a un lugar determinado geográficamente, ni debe ser regulada por las prácticas transitorias del antiguo testamento. Con la venida de Cristo, la separación entre judíos y gentiles ya no persiste, ni tampoco la adoración en el templo, pues todos los creyentes adquirieron igual acceso a Dios a través de Cristo. La adoración se cambió a un propósito del corazón, no de las acciones exteriores, y dirigida por la Verdad y no por un rito.
La verdadera adoración debe ser «en espíritu», es decir, que involucre todo el corazón. Debe existir una verdadera pasión por Dios, para que haya adoración en espíritu. Al mismo tiempo, la adoración debe ser «en verdad», es decir, debidamente fundamentada. Si no tenemos conocimiento del Dios que adoramos, no hay adoración en verdad. Ambas son necesarias para satisfacer y honrar a Dios en adoración. Entre más profunda sea nuestra adoración, mayormente será Dios glorificado.
Hermano, Dios está buscando corazones dispuestos a hacer su voluntad, apasionados por el estudio y lectura de la Biblia. Adorar a Dios en espíritu y en verdad implica necesariamente amarlo con todo el corazón, el alma, mente y todas las fuerzas.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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