Actitudes que nos impiden ser prósperos. Parte 1
2022-02-14
1. Oración inicial
«Padre celestial, gracias por tu palabra que es luz a mis pies y lumbrera a mi camino, por darme directrices claras para que sea sabio y tenga actitudes correctas en todos los ámbitos de mi vida. Tú eres la fuente de mi prosperidad y dices que riquezas, honra y vida son la recompensa por mi humildad y mi temor reverente a ti; te reconozco como el Señor de mi vida. En Cristo Jesús, amén.»
2. Lee la palabra de Dios
“No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan. Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón” Mateo 6:19-21.
“Más el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace” Santiago 1:25.
3. Reflexiona
Jesús sabiamente dijo estas palabras porque conoce el corazón de los hombres, quienes solo buscan satisfacción completa y perdurable para supuestamente “ser felices”, pero casi siempre enfocan su fuente de prosperidad en las cosas perecederas y transitorias de este mundo. La verdadera riqueza es la que permanece para siempre, que no se corrompe, ni se deteriora y claramente son los tesoros espirituales.
El apóstol Santiago nos muestra el común denominador de los seres humanos, en Santiago 4:1-3 dice “¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros? ¿No es de vuestras pasiones, las cuales combaten en vuestros miembros? Codiciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de envidia, y no podéis alcanzar; combatís y lucháis, pero no tenéis lo que deseáis, porque no pedís. Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites”. Vivimos en codicia porque hemos puesto el corazón donde no es, en los deseos de este mundo “Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no provienen del Padre, sino del mundo” 1 Juan 2:16.
La genuina prosperidad resulta de buscar a Dios, Él tiene la llave que abre la puerta para recibir todas bendiciones espirituales, emocionales y materiales; también nos ha dado su sabiduría para discernir lo bueno y lo malo, y sentido común para saber tomar decisiones. Proverbios 22:4 dice “Riquezas, honra y vida son la remuneración de la humildad y del temor de Jehová”.
La verdadera libertad es aceptar la dirección de Dios en todo momento; proverbios 3:5-6 dice “Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas”. Cuando somos obedientes a la palabra del Señor, somos bienaventurados en todo lo que hacemos.
Dios quiere nuestra libertad plena y una de esas áreas es la financiera, ¿estamos dispuestos a dejarnos guiar por Él?
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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