Abrir la puerta
2017-08-29
1. Oración inicial
Señor, hoy te abro la puerta de mi corazón, gracias por morir por mí en la cruz y darme libertad, hoy te acepto en mi vida, toma el control mi Señor. Amén
2. Lee la palabra de Dios
“He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.”
Apocalipsis 3:20
3. Reflexiona
Jesús nos llama por medio del mensaje del evangelio, si lo atendemos y creemos en lo que se anuncia, recibimos su salvación (Efesios 1:13), su voz (la Palabra) nos llama a abrir la puerta de nuestro corazón, lo cual significa que estamos reconociendo que sin Él no podemos, que en nosotros no está la capacidad de hacer el bien, ni podemos salvarnos a nosotros mismos. Una vez abrimos la puerta, el Dios todo poderoso que no habita en templos hechos por manos humanas (Hechos 17:24), comienza a habitar en nosotros. Inicia un proceso de “cena” que representa la unión íntima de nuestro espíritu con su Espíritu Santo, una comunión, un andar en común acuerdo, siguiendo sus preceptos de amor y libertad escritos en la Biblia. Amor derramado en nosotros mediante su Espíritu y libertad del pecado que antes nos tenía esclavizados y ciegos.
Abrir la puerta de nuestro corazón no es un cambio de religión, sino la invitación de Dios a recibir el regalo inmerecido de la Salvación, por medio de la confianza en el sacrificio hecho por Jesús en la cruz, para poder tener una relación íntima y personal con Él.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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