10 mandamientos de libertad. parte 1

«Padre, gracias a la obra de Jesús en la cruz ahora tengo una relación viva, real y en comunión contigo, soy tu hijo y puedo acercarme libremente en Cristo, al trono de gracia para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro. Amén»

“No tendrás dioses ajenos delante de mí. No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos. No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano; porque no dará por inocente Jehová al que tomare su nombre en vano. Acuérdate del día de reposo para santificarlo.” Éxodo 20:3-8

Dios liberó al pueblo de Israel y le entregó los diez mandamientos y Cristo es nuestro libertador y nos ha traído su gracia; el poder para vencer el pecado dándonos su Espíritu, entonces nos ha hecho libres y tenemos acceso a diez mandamientos de libertad para nuestra bendición, ¿de que somos liberados?:

1- Seremos libres de los dioses imaginarios, de la influencia de espíritus y astros y del miedo de lo oculto colocando en primer lugar al verdadero Dios y a Jesucristo, el único camino al Padre. (Éxodo 20:3, Juan 14:6)
2- Seremos libres de las supersticiones paralizantes, de las imágenes y de la idolatría que nos llevaba a estar ciegos y sordos a la verdadera manera que el Padre enseña que debe ser adorado, iniciando una relación viva con Él a través de Jesucristo (Éxodo 20:4-6, Colosenses 1:15)
3- Seremos libres de la banalización de lo sagrado y aprenderemos a respetarlo mejor adorando a Dios por lo que Él es y lo que Él hace, santificando el nombre del Padre como Cristo nos enseñó (Éxodo 20:7, Mateo 6:9)
4- Seremos libres de las cadenas del trabajo y del ocio, para aprender a trabajar y descansar plenamente en su debido momento en cuerpo y en espíritu, experimentando a Cristo como nuestro reposo (Éxodo 20:8-11, Hebreos 4:9-10)

Reflexionaremos mañana en los otros 6 mandamientos de libertad que tienen que ver con nuestra relación con los demás.