El poder para vencer el pecado
2025-03-14

1. Oración inicial
«Padre, en Cristo Jesús me has dado el poder para vencer el pecado, tu gracia maravillosa y abundante para no ser esclavo, porque juntamente con Cristo he muerto para vida nueva y ya no soy esclavo de las exigencias justas de la ley que no podía cumplir en mi propia carne, ni del pecado que se aprovechaba de ella para impulsar en mí desobediencia. Que maravillosa noticia de libertad al tener ahora el poder de tu Espíritu para que Cristo viva a través de mi vida.»

2. Lee la palabra de Dios
“Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne;” Romanos 8:3

3. Reflexiona
Para ejemplificar el concepto del problema del pecado en el hombre y de cómo Dios nos da el poder para vencerlo cuando aceptamos su favor inmerecido en Cristo, podemos ilustrarlo con el siguiente caso: si tenemos un tumor, nosotros no lo podemos extraer nosotros mismos, nos haríamos un daño terrible, o moriríamos. Lo que hacemos es ir al cirujano, Cristo, para que lo extraiga y nos sane. La radiografía que teníamos del tumor, el diagnóstico preciso nos lo dio el radiólogo (la ley), pero él no puede sacarlo. Necesitamos de la cirugía (la gracia) y del cirujano (Cristo) para poder ser sanados definitivamente.
Cuando estamos atrapados en un vicio, no podemos dejarlo por nosotros mismos, por más que lo decidamos o incluso sea un anhelo; somos esclavos, por mucho que queramos no podemos auto liberarnos, si fuese así, Cristo no hubiera tenido que venir.
Por lo tanto, necesitamos creer la Palabra: “Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago. Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí.” (Romanos 7:19) y lo único que nos da el poder para salir de la esclavitud del “no puedo” o de no poder hacer el bien que quieres, es la gracia de Dios. Cristo dijo: “Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres.” (Juan 8:36) y esto coincide perfectamente con: “Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia”; aqui usa la palabra “enseñoreará” del griego “kurieúo” que significa el que gobiena sobre’, pero cuando recibimos (creemos, aceptamos, lo hacemos para nosotros,) la abundancia de la gracia y del don de la justicia, reinaremos nosotros sobre el pecado: “ Pues si por la transgresión de uno solo reinó la muerte, mucho más reinarán en vida por uno solo, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la gracia y del don de la justicia.” (Romanos 5:17):
Es decir, aunque es algo que ya ocurrió, el hecho cumplido de nuestra salvación en la cruz, es una verdad que se extiende desde nuestra vida presente hasta nuestro futuro. Verdad que debemos creer hoy, para experimentar la libertad reinando sobre el pecado.

4. Alaba a Dios

5. Comparte
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