Siervos por el poder del Espíritu Santo, parte 2
2024-12-05
1. Oración inicial
«Padre de amor, muchísimas gracias por el favor inmerecido de ser llamado tu hijo y hacerme parte de tu Reino, sé que tengo un llamado especial y eterno, glorificarte haciendo tu voluntad; te alabo y te bendigo por tu Hijo Jesucristo quien ejemplo me da y porque sé que por la fe en su obra de salvación has enviado a tu Espíritu a morar en mí, para que en comunión con Él y fortalecido con su poder sea ese siervo bueno y fiel que tú me llamas y enseñas a ser, amén.»
2. Lee la palabra de Dios
“Y él dijo: ¡Ay, Señor! envía, te ruego, por medio del que debes enviar. Entonces Jehová se enojó contra Moisés, y dijo: ¿No conozco yo a tu hermano Aarón, levita, y que él habla bien? Y he aquí que él saldrá a recibirte, y al verte se alegrará en su corazón. Tú hablarás a él, y pondrás en su boca las palabras, y yo estaré con tu boca y con la suya, y os enseñaré lo que hayáis de hacer.” Éxodo 4:13-15
“Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.” Juan 14:26
3. Reflexiona
El devocional de ayer nos mostraba que Dios había elegido a Moisés para cumplir con una misión a pesar de que él tenía algunas dificultades en su habla, pero es Dios diciéndole “Ahora pues, ve, y yo estaré con tu boca, y te enseñaré lo que hayas de hablar.” Éxodo 4:12. Ahora bien, vemos en el pasaje bíblico de hoy que es Dios escogiendo a Aarón para que fuera el vocero de Moisés porque según dice “él habla bien”; sin embargo, continuando con la lectura nos damos cuenta de que la seguridad y confianza que el Señor le da a Moisés no es precisamente el buen hablar de Aarón, sino que prosigue diciendo “Tú hablarás a él, y pondrás en su boca las palabras, y yo estaré con tu boca y con la suya, y os enseñaré lo que hayáis de hacer.” Éxodo 4:15.
Pero lo mejor de todo, es que esa confianza y seguridad que Dios le dio a Moisés en su llamado hace más de 3.000 años, es la misma que nos da hoy a cada uno de sus hijos escogidos y llamados para cumplir con sus propósitos, pues vemos en Juan 14:26 que es el Espíritu Santo, quien mora en nosotros por nuestra fe en Jesucristo, quien no solamente nos enseña todo lo que debemos hablar, sino que también nos lo recuerda en el momento preciso. Y mayor aún, el Señor Jesús en Mateo 10:19-20 nos dice que no nos preocupemos por cómo o qué hablaremos, pues dice “Porque no sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu de vuestro Padre que habla en vosotros».
Hermanos, es absolutamente verdadero que el Espíritu Santo permanece en nosotros siempre; sin embargo, para que podamos experimentar su presencia y su obrar a través de nosotros, es necesario que nos mantengamos en una comunión íntima e ininterrumpida con Él. En el ejemplo de Moisés podemos ver cómo permanecía él en la presencia del Señor siendo enseñado, fortalecido y dirigido por Dios; así que, de la misma manera debemos hacer nosotros. En Efesios 5:18-20 el Señor nos llama y nos enseña a llenarnos del Espíritu Santo, y dice que lo hagamos perseverando en el conocimiento, meditación y aprendizaje de su Palabra, cantando y alabando al Señor en nuestros corazones y estando siempre gozosos y agradecidos por todo. De manera que, si un siervo bueno y fiel anhelas ser, en comunión con el Espíritu Santo debes permanecer y su poder te llenará para que lo puedas hacer (Hechos 1:8).
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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