Los tres caminos equivocados. Parte 2

«Padre, me has justificado no por mis buenos actos sino por mi fe, pero esta fe me ha llevado a conocer tu amor y ahora a querer vivir apartado del mundo, del mal y con el poder de tu Espíritu para vivir libre para no practicar el pecado, cumpliendo tu ley por amor en identificación con Cristo, amén»

“¡Ay de ellos! porque han seguido el camino de Caín, y se lanzaron por lucro en el error de Balaam, y perecieron en la contradicción de Coré.”, Judas 1:11

“a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados, con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús.”, Romanos 3:25-26

El error de Balaam es el segundo camino equivocado que menciona Judas en su carta, y se refiere a que Balaam, queriendo alcanzar lucro, busca un pretexto o pecado en el pueblo para maldecirlo.

En Números 22 al 24 se detalla que Balaam es convocado por el rey Balac de Moab para maldecir a Israel, pero en lugar de maldecir, Balaam es guiado por Dios para bendecir al pueblo en varias ocasiones. Por ejemplo, específicamente en Números 23:21, Balaam, al observar a Israel con la intención de maldecirlos, declara lo contrario, reconociendo que no puede encontrar iniquidad en ellos:
«No ha notado iniquidad en Jacob, Ni ha visto perversidad en Israel. Jehová su Dios está con él, Y júbilo de rey en él.»

Aunque Balaam quería encontrar razones para maldecir a Israel, no pudo hacerlo porque Dios había decidido bendecir a su pueblo. Esto es clave en el contexto de la redención: Dios no trató a Israel conforme a sus pecados, sino conforme a su plan soberano de bendición, porque tenía un propósito mayor. Una promesa de redención los cubría.

Entonces Balaam, desde una moralidad natural o con medida humana y buscando en su razonamiento maldad en el pueblo de Israel, supone que Dios si es justo debía maldecir a este pueblo, pero comete el error al ignorar la cruz; pues el verdadero cordero de Dios que nacería de Israel justificaría al pueblo de sus pecados, es decir ignoraba lo que dice Romanos 3:26: “con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús”, Dios hace justicia e impone las sanciones inexcusables de su ley en la cruz, entonces Dios es justo y el que justifica al pecador que cree.

El lucro del versículo 11 de la carta de Judas no es dinero necesariamente, puede ser popularidad, fama o aplauso y lastimosamente el error de Balaam es muy común y se repite hoy en día, pues muchos teniendo un ministerio se dejan llevar por la ambición y suprimen la verdad, infundiendo temor al pueblo de Dios, a su iglesia, no enseñándoles la justificación por la fe, sino un evangelio de condenación, a fin de buscar jugosas ofrendas que lleven a aumentar sus ingresos, pues es más fácil buscar el pecado del hombre, mantenerlo esclavo y atado en condenación, que enseñarle la libertad que trae la gracia de Dios en Cristo, viviendo libres para no practicar el pecado, cumpliendo la ley por amor, en identificación con Cristo.