Corran para ganar
2024-10-02
1. Oración inicial
«Amado Dios y Padre Santo todas nuestras coronas caerán a tus pies, junto con mis hermanos en la fe, quiero decirte que esta iglesia no se va a rendir, no va a negar la fe, no va a negociar sus principios ante la apostasía de este mundo, porque tú triunfaste victorioso en la cruz y por eso somos más que vencedores, nuestra meta eres tú y correremos la carrera de la fe para obtener el premio eterno. Amén.»
2. Lee la palabra de Dios
“¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno solo se lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis. Todo aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible”. 1 Corintios 9:24-25
3. Reflexiona
La vida cristiana se compara con una maratón, no es una carrera contra nuestros vecinos, amigos, compañeros de trabajo, familia, hermanos en la fe, sino más bien, una carrera contra nosotros mismos y contra el enemigo de los cristianos.
Pablo que vivía en un mundo de cultura greco – romana, donde nacieron las primeras olimpiadas, usa esta figura del atletismo para ilustrar una verdad espiritual; y es que los hijos de Dios, debemos correr la carrera que Él ha preparado para nuestras vidas de manera que la ganemos.
Nos dice que en este mundo todos corren en una carrera, pero solo una persona se lleva el premio, mientras que nosotros debemos correr para ganar; hace el paralelo con los atletas que entrenan con disciplina y lo hacen para ganar un premio que se desvanecerá, pero nosotros lo hacemos por un premio eterno.
Nuestra motivación para entrenar en la carrera de la fe en nuestra vida cristiana, debe ser correr para ganar ese premio eterno. Sabiendo cual es la meta final y conociendo el propósito específico que Dios tiene para nosotros, podemos cruzar la meta; por eso, debemos buscar su dirección y la encontramos en su Palabra. Allí nos mostrará lo que Él quiere que hagamos con la totalidad de nuestra vida.
Jesús es la meta final. Él nos creó a propósito y con un propósito. Nuestro éxito depende de que hagamos la voluntad de Dios para correr y terminar bien la carrera de nuestra vida y cruzar la meta a la eternidad.
También tenemos una gran batalla espiritual, por eso debemos prepararnos para vencer. Pablo nos insta a entrenarnos para ganar: “Así que, yo de esta manera corro, no como a la ventura; de esta manera peleo, no como quien golpea el aire” 1 Corintios 9:26. No debemos pelear como quien da golpes al aire, tenemos que aterrizar, nuestra lucha no es contra carne y sangre sino contra Satanás y sus demonios. Debemos pelear legítimamente, con oración, ayuno y conocimiento de la Palabra, para no perder (2 Timoteo 2:5). Recordemos que las armas de nuestra milicia no son carnales sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas (2 Corintios 10:4).
4. Alaba a Dios
5. Comparte
Escúchanos en Spotify
Puedes compartir este devocional en Facebook, Whatsapp, Twitter y LinkedIn