Coherencia en mi creencia
2024-09-06
1. Oración inicial
«Padre Dios, te pido que la gracia del Señor Jesucristo y el poder de tu Santo Espíritu me lleven a formar el carácter de Cristo en mi vida, quiero que haya coherencia entre mi creencia y mi vivencia, pues como creyente mi anhelo es poder ser un reflector de tu gran amor. Amén.»
2. Lee la palabra de Dios
“Después de haber cumplido con todo lo prescrito en la ley del Señor, volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. Y el niño crecía y se fortalecía, y se llenaba de sabiduría; y la gracia de Dios era sobre él. Iban sus padres todos los años a Jerusalén en la fiesta de la pascua; y cuando tuvo doce años, subieron a Jerusalén conforme a la costumbre de la fiesta.” Lucas 2:39-42
3. Reflexiona
En estos versículos del evangelio de Lucas podemos encontrar aproximadamente 12 años que muestra la infancia de Jesús, y lo que podemos observar en ellos es el papel fundamental que tuvieron José y María en la crianza del niño Jesús.
Después del nacimiento de Jesús sus padres cumplieron con lo establecido en la ley, mostrando en sus vidas una coherencia entre su creencia y su vivencia. Dios el Padre les había encargado una gran responsabilidad, y ellos fielmente empezaban a ejercer su rol de padres enseñándole al niño con sus actos la Palabra de Dios.
Es maravilloso darnos cuenta que después que el evangelio de Lucas menciona que José y María habían cumplido con todo lo prescrito en la ley, se nos diga que el niño crecía y se fortalecía y se llenaba de sabiduría, y que la gracia de Dios era sobre él, pues sabemos que la sabiduría que proviene de lo alto está contenida en las escrituras, dándonos a entender que de igual manera como ellos cumplían los rituales de la ley, también le enseñaban la Palabra de Dios a su amado Hijo, y todo el favor de Dios estaba sobre la vida del niño.
Durante estos doce años podemos ver que José y María mostraron coherencia entre su vivencia y su creencia, dejándonos una gran enseñanza para poner en práctica en nuestras vidas, a los que somos Padres o que alguna vez lo serán nos insta a que nuestros actos sean el reflejo de nuestra fe en Jesucristo, para que así nuestros hijos no vean contradicciones entre lo que predicamos y lo que practicamos
Pero independientemente si somos padres o no, estos pasajes bíblicos nos impulsan como creyentes a pedirle al Espíritu Santo su ayuda, para que nuestro carácter sea igual que el de Cristo, y por lo tanto tengamos coherencia entre nuestra creencia y nuestra vivencia.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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