Conocer el amor de Cristo nos hace conocer su gracia
2024-06-10
1. Oración inicial
«Padre Dios, hoy vengo a ti, a pedirte con la ayuda de tu Santo Espíritu, me lleves a conocer más profundamente el amor de tu Hijo, para poder vivir a diario en tu gracia. Amén.»
2. Lee la palabra de Dios
“Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, 5 aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), 6 y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús, 7 para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús. 8 Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; 9 no por obras, para que nadie se gloríe. 10 Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.” Efesios 2:4-10
3. Reflexiona
El gran amor de Cristo demostrado en la cruz nos deja ver la misericordia de Dios (Efesios 2:4-5), pues nosotros, la humanidad entera, éramos quienes debíamos morir, no Jesús, pues Él nada malo había hecho, porque en Él no hay pecado ni maldad, como dice 2 Corintios 5:21 “Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.”
Cuando Jesucristo entregó su vida como sacrificio a Dios para que nosotros no muriéramos, sino que al depositar nuestra fe en Él tuviéramos una nueva vida en Cristo, nos mostró la esencia de la gracia de Dios, la cual es un don, un regalo o un favor inmerecido, como lo dice la Palabra de Dios en Efesios 2:8
Así que la gracia de Dios no se basa en lo que nosotros los hombres podamos hacer para ganarnos su favor (Efesios 2:9), más bien tiene su esencia en el mismo carácter de Dios, pues se basa en su amor y en el hecho que Dios es dador, en consecuencia Él da a la humanidad ese regalo que no se merece, quién es Jesucristo mismo, para que todo aquel que lo reciba por medio de la fe, pueda gozar del don de Dios que es en Cristo Jesús: perdón de pecados, salvación y vida eterna.
Ahora bien esa gracia de Dios no es solamente para el instante de nuestra conversión, en realidad como dice Efesios 2:6-7 y Efesios 2:10 es para mostrar las abundantes riquezas de la gracia de Dios en nuestras vidas en todo momento, para realizar las buenas obras que Dios ha preparado de antemano para que andemos en ellas. Así que hermanos pidamos al Dios de toda gracia nos ayude a conocer más profundamente el amor de Cristo, y por ende su gracia, para vivir vidas que lo glorifiquen a Él.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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