Tú proveerás
2024-05-18
1. Oración inicial
«Señor te entrego mis sueños y mis anhelos, descanso en ti sabiendo que responderás a tu tiempo y permitirás en mi vida lo que sea mejor, quizás no logre entender por completo en el momento en el que no llegue lo deseado, pero llévame a tener paz y fe en medio de la espera y a tener presente que tu voluntad siempre es y será buena, agradable y perfecta.»
2. Lee la palabra de Dios
“Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.” Mateo 6:33
3. Reflexiona
Vemos que una vez Ana logra despojarse de esa desesperanza que antes albergaba, y decide apropiarse a cambio del gozo del Señor (poniendo su esperanza y confianza en Él), entonces viene como una añadidura lo tan anhelado, un bebé: “Y levantándose de mañana, adoraron delante de Jehová, y volvieron y fueron a su casa en Ramá. Y Elcana se llegó a Ana su mujer, y Jehová se acordó de ella.” (1 Samuel 1:19). Muchos de nosotros al leer esta última porción del pasaje interpretaríamos algo como: “Ana tenía razón, Jehová se había olvidado de ella”, pero no, ésta no es la interpretación correcta, para entenderlo pondremos esta porción en la NTV “Ahora bien, cuando Elcana se acostó con Ana, el Señor se acordó de la súplica de ella” Aquí hay una connotación muy diferente, pues nos revela que no era que el Señor no se acordara de que Ana existiera, sino que se acordó de su petición, es decir, la tuvo en cuenta, y no sé si lo has pensado pero para que el Señor tome en cuenta tu petición o la mía eso indica que es claro que Él me escucha, que me conoce, sabe mis necesidades y está atento a suplirlas como el buen Padre que es, pues las Escrituras dicen: “Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?” Mateo 7:11.
Qué hermoso ver el cumplimiento de la voluntad de Dios en la vida de Ana, y aun en nuestras vidas, pues a Su tiempo llegó ese bebé tan anhelado que sería consagrado al Señor, ya no con el pensamiento equivocado de “recibir algo a cambio para que el Señor conteste mi petición”, sino reconociendo que como toda dádiva es de Dios, a Él le pertenece la vida de ese pequeño llamado Samuel. Ana sabe que lo mejor que puede hacer es enseñarle a su hijo desde pequeño la importancia de rendirse a Dios y de entregarse por completo a Él sabiendo que esto le dará plenitud a su vida.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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