Vivir por fe
2024-03-05
1. Oración inicial
«Padre bueno, gracias por alumbrar mi entendimiento y quitar mi ceguera espiritual. Ahora conozco y creo que Tú eres mi creador y que mi vida está en tu mano; te clamo para que hagas de mí la persona que tú quieres que yo sea, y cumplas el propósito por el cual me has dado vida, en el nombre de Jesús, amén.»
2. Lee la palabra de Dios
“Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él. ” Colosenses 1:16
3. Reflexiona
La frase “vivir por fe”, básicamente se trata de vivir creyendo lo que Dios dice y no lo que nuestros ojos ven, o también, vivir con nuestra esperanza puesta en Dios y no en las circunstancias. De modo que cuando la Escritura revela que todo lo que existe (incluido el ser humano) fue creado por medio de Jesucristo y para Jesucristo, nuestra reacción debe ser de fe, es decir, creer. Y entonces cuando creemos que esto es cierto, se deben derribar de nuestra mente ideas como “yo nací por un descuido de mis padres, por una aventura de mi madre, o porque a mi mamá la violaron”
Y contrario a esto, debe gobernar nuestro pensamiento y nuestra vida, la verdad de Dios, pues ciertamente su Palabra dice para todo aquel que cree, que ha sido Dios quien formó sus entrañas, fue Él quien lo hizo en el vientre de su madre, su embrión lo vio el Señor y en su libro estaba escrito todo aquello que formó en él, sin faltar absolutamente nada (Salmos 139:13-16).
Y esto es así gracias a la abundante misericordia de nuestro Padre y a la gran obra de nuestro Salvador Jesucristo, pues Dios en su bondad y desde el inicio (Génesis 3:15) nos proveyó un Salvador, su Hijo Jesucristo, que vino en carne al mundo a morir por nuestros pecados para que así todo aquel que en Él cree tenga el derecho de ser llamado hijo de Dios, sin importar quién sea, dónde haya nacido o quiénes sean sus padres, si realmente cree, es nacido de Dios (Juan 1:12-13) y, por tanto, tiene una valiosa identidad, un maravilloso propósito y una firme esperanza, que debe pedir al Espíritu de Dios (que habita en cada creyente), que se la revele y le ayude entonces a vivir por fe.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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