Solución a la tibieza espiritual
2024-02-06
1. Oración inicial
«Padre amado, por el poder de tu Espíritu y tu Palabra guíame a vivir firmemente arraigado y sobreedificado en Cristo Jesús, para que cimentado en su amor pueda vivir plenamente demostrando con mis acciones que soy el templo de tu Santo Espíritu, pues ya no quiero vivir como un mediocre espiritual, cuando en el mundo hay tanta necesidad de tu amor. En el nombre de Jesús, amén.»
2. Lee la palabra de Dios
“Por tanto, yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que seas rico, y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas. Yo reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso, y arrepiéntete. He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo”, Apocalipsis 3:18-20
3. Reflexiona
La tibieza como vimos en el devocional anterior, tiene que ver con andar en una estado de carnalidad y de egoísmo, pero también de desánimo permanente y el Señor reprende a quien toma por hijo y no quiere dejarlo en esa condición de mediocridad espiritual que lo llevará al fracaso, a la pérdida de bendiciones y recompensas, a vivir una vida improductiva.
Por esto llama al arrepentimiento, detallando cada solución:
• “compres oro refinado en fuego”: El oro refinado es nuestra fe: “para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo” (1 Pedro 1:7). Esto se refiere a volver a la fe, a afianzarnos en la Palabra de Dios, estar firme en lo que Él dice, confiando plenamente en Cristo, pues Él es el iniciador y consumador de nuestra fe, así podemos recuperarnos de toda incredulidad producida por el relajamiento espiritual.
• “vestiduras blancas para vestirte”, las vestidura blancas representan las acciones justas de los creyentes (Apocalipsis 19:8), entonces el Señor está exhortando a poner en práctica o acción nuestra fe, como dice Santiago 2:18-20: “Pero alguno dirá: tú tienes fe, y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras. Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan. ¿Mas quieres saber, hombre vano, que la fe sin obras es muerta?”, es decir la exhortación del Apóstol Santiago es a tener coherencia entre lo que creemos y lo que hacemos, la forma como vivimos revela lo que creemos y si la fe que decimos tener es una fe viva. Las obras no son la causa de la salvación; son la evidencia de la salvación. La fe en Cristo siempre produce buenas obras.
• Cuando nos habla de colocarnos las vestiduras blancas, también está relacionado con la manera en que nos vemos a nosotros mismos, y más profundamente cómo nos identificamos con lo que Dios dice de nosotros, entonces cuando nuestras vestiduras no son las que debemos tener, primero en oración debemos confesar nuestro pecado a Dios “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad” (1 Juan 1:9). Podemos seguir el Salmo 51, pero también recordar lo que dice Dios de nosotros y apropiarnos de esta verdad: “mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable” (1 Pedro 2:9).
Profundizaremos en el devocional de mañana en el significado de “unge tus ojos con colirio”.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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