La fe lleva tu corazón de pesebre a Templo
2023-12-10
1. Oración inicial
«Padre Dios, gracias porque por la fe en tu Hijo Jesucristo hoy puedo estar seguro que he sido adoptado como tu hijo, y que como hijo me has dado el privilegio de tener tu Santo Espíritu en mi vida. Gracias por ese amor tan grande que fue capaz de venir a vivir en el humilde pesebre de mi corazón. Amén»
2. Lee la palabra de Dios
“Y dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón.” Lucas 2:7
“¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?”. 1 Corintios 3:16
3. Reflexiona
Cuando vemos el nacimiento del Rey de reyes y Señor de señores en un pesebre, nos damos cuenta de un mensaje poderoso que habla de humildad, pues Él siendo Dios, se despojó de sí mismo y vino a habitar en medio de su creación sin lujos ni privilegios. (Lucas 2:7).
Precisamente esa humildad es la que se necesita para poder reconocerlo y dejarlo entrar a nuestra vida, que de manera similar a un pesebre o establo donde están los animales, no debían oler de la mejor manera, en nuestro caso, nuestras vidas sin Jesús el único olor que podrían emanar era el del pecado.
De forma maravillosa ese pesebre de nuestro corazón es el que Dios quiere convertir en templo, en el templo de su Santo Espíritu. La manera para hacerlo es creyendo, como dice Juan 1:12 “Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios” y como lo declara 1Corintios 3:16 “ ¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?”.
Para poder llegar a creer necesitamos la fe, y como hemos visto, ésta viene por el oír la palabra de Dios; así que a medida que escuchamos la palabra de Dios nos daremos cuenta de nuestra condición, y su verdad es la que nos ayudará a quitar el orgullo para reconocer que necesitamos del Salvador.
Que en esta navidad podamos reconocer a Jesús como nuestro Señor y Salvador, invitándolo a reinar en nuestras vidas para que las convierta de un pesebre en su templo. Esto es posible al creer y orar: Señor Jesús, gracias porque me amas, entiendo que te necesito, reconozco que he pecado, me arrepiento y te abro las puertas de mi corazón y te recibo como mi Señor y Salvador personal. Amén.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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