Regalo de cumpleaños

«Señor, mi regalo más grande de cumpleaños es haberte conocido en esta vida, has sido salvación para mí y toda mi casa, cambiaste mi destino y me abrazas con tu bendición. Permíteme continuar anunciando tu poder y tu potencia a mis hijos, a los hijos de ellos y a todo el que se ponga delante de mi camino. Amén.»

“Porque tú formaste mis entrañas; tú me hiciste en el vientre de mi madre. Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras; estoy maravillado, y mi alma lo sabe muy bien. No fue encubierto de ti mi cuerpo, bien que en oculto fui formado, y entretejido en lo más profundo de la tierra. Mi embrión vieron tus ojos, y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas que fueron luego formadas, sin faltar una de ellas”, Salmo 139: 13 – 16.

“Oh Dios, me enseñaste desde mi juventud, y hasta ahora he manifestado tus maravillas. Aun en la vejez y las canas, oh Dios, no me desampares, hasta que anuncie tu poder a la posteridad, y tu potencia a todos los que han de venir, y tu justicia, oh Dios, hasta lo excelso”, Salmos 71:17-19.

Llegamos al mundo habiendo experimentado el amor y el cuidado de nuestro Padre celestial desde el mismo momento de nuestra concepción. Dios en lo profundo y escondido del vientre de nuestra madre construyó con esmero y diligencia todas aquellas cosas que darían forma a nuestro ser, sin faltar una de ellas. El día que nacimos y vimos la luz de este mundo fue la oportunidad que nos dio el Creador de conocerlo, de hacernos sus hijos y de heredar su reino que es eterno. El evangelio de Cristo es el milagro más maravilloso que se ha dado a conocer a los seres humanos. El misterio del amor de Dios Padre creando un plan para salvarnos del pecado y de la muerte, del amor de su Hijo Jesucristo ejecutando este plan al morir en una cruz como pago por nuestra maldad, resucitando con poder al tercer día venciendo la muerte y dándonos la vida eterna; y del amor del Espíritu Santo habitando por fe en cada creyente, revistiéndolo de poder y haciendo que experimente la sobrenaturalidad de este amor invencible.

En nuestro día de cumpleaños conmemoramos no solo el milagro de la vida, sino también la oportunidad que Dios nos ha dado de ser hechos sus hijos. El día que conocimos a Cristo, Dios cumplió su propósito de traernos a este mundo y desde ese momento y hasta la vejez no nos desamparará. El que ha experimentado tal amor y tal poder, en esta vida manifestará las maravillas del Creador, anunciará su salvación y extenderá su reino a sus generaciones postreras.