El Amor en Acción produce Adoración. Parte

«Padre Dios, te pido en el nombre de tu Hijo Jesús me ayudes a tener un estilo de vida que refleje tu amor, por eso ayúdame con el poder de tu Santo Espíritu a poner el amor en acción por medio del servicio al prójimo, y así rendirte una verdadera adoración. Amén.»

“A Jehová tu Dios temerás, y a él sólo servirás, y por su nombre jurarás.” Deuteronomio 6:13
“Entonces Jesús le dijo: Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás.” Mateo 4:10

La adoración está estrechamente relacionada con el servicio, por eso el Señor Jesús al responderle a Satanás durante la tentación escrito está “Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás” (Mateo 4:10), en respuesta al ofrecimiento del diablo de que lo adorara y todos los reinos le daría (Mateo 4:9), no solo nos muestra que únicamente a Dios se le debe adorar, sino que solamente a él se le debe servir como muestra de adoración.
Es interesante ver que Jesús une la adoración y el servicio en su respuesta, pero en realidad, desde el antiguo testamento Dios ya había ordenado a su pueblo por medio de Moisés, que solamente a él se debía servir y temer o respetar (Deuteronomio 6:13).
Como veíamos en el devocional de ayer, la adoración implica: reverencia y respeto, rendición y obediencia, disposición y servicio; por eso es que a medida que vamos conociendo el amor de Dios por medio del obrar del Espíritu Santo en nuestras vidas es que podemos empezar a servir a Dios de manera correcta, en respuesta a su amor, colocando el Amor en Acción.
El resultado de poner el Amor en Acción será una vida de servicio en adoración. Al mirar a Jesús, podemos darnos cuenta que su vida fue una completa adoración a su Padre, su secreto: el servicio como estilo de vida.
Jesús servía a sus semejantes, no para adorarlos, les servía como resultado de su intimidad con Dios, para glorificar a su Padre y como obediencia a la obra que se le había encomendado.
Si queremos vivir una vida de adoración a Dios, pidámosle al Padre nos ayude por medio de su Santo Espíritu a poner el amor en acción, siguiendo el ejemplo de nuestro Señor quien vivió una vida de adoración basada en su servicio a Dios por medio del servicio al prójimo (Juan 13:12-17).