Conocer y creer en la Palabra de Dios. Parte 2
2023-05-07
1. Oración inicial
«Padre, ¿cómo sabría qué te agrada sin el conocimiento de tu palabra?, ¿cómo podría tomar decisiones correctas y actuar conforme a tu voluntad si no dedico tiempo a nuestra intimidad?, pero sobre todo ¿cómo podría experimentar lo que tu eres capaz de hacer en mi vida si no te creo? Hoy y todos los días no solamente quiero conocerte, sino también creer en ti, amén.»
2. Lee la palabra de Dios
“Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.” Romanos 10:17
3. Reflexiona
Dios, por medio de nuestra fe en Jesucristo, ha puesto en nosotros al Ayudador, a su Espíritu Santo, nuestro Paracleto (Juan 14:26) para que nos guíe y ayude poniendo orden a nuestras emociones; así como lo hizo al inicio de la creación cuando la tierra estaba desordenada y vacía; pero sobre todo, vive y mora en nosotros, para recordarnos e impulsarnos a mantenernos firmes en los principios que Dios nos ha dado. Pero, para que actúe Su poder de forma abundante en nosotros, necesitamos la fe, y con la vida de Jesús entenderemos el por qué.
Cristo, a través de Mateo 4:4, nos revela la primera clave para tomar decisiones con base en principios bíblicos: conocer las Escrituras y creer en ellas. Pero, ¿en qué consisten? Primero, hay que entender que el conocer solo se puede dar por medio de una intimidad; por eso puedes ver a Jesús buscando en todo momento, muy de mañana, el tener tiempos de intimidad con Dios, pues no quería distracciones en esos maravillosos momentos, quería dedicarse por completo a estar a solas con su Padre (Marcos 1:35), era claro que tenía trabajo qué hacer, pero entendía lo vital e importante que significaba separar tiempo de calidad para estar en intimidad con el Creador. Y reflexionemos, ¿estamos haciendo lo mismo que Jesús, buscando intencionalmente el conocer a Dios por medio de su palabra? Si no lo estamos haciendo, preguntémonos: ¿cómo le creeremos si no lo conocemos? Pues la segunda parte que conforma esta clave es la fe, y vemos que Jesús confiaba en su Padre porque le conocía, por eso cuando fue tentado por primera vez por Satanás, y aun teniendo hambre, no cedió ante esto, porque para Él el comer no era lo relevante, pues sabía y creía que había venido para hacer la voluntad de su Padre (Hebreos 10:7); por esto lo puedes ver, asegurando y sujetando su voluntad humana a la voluntad de Dios, cuando manifiesta: “No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”.
¿Queremos tener emociones equilibradas, bajo control, y tomar decisiones con base en principios bíblicos? Sigamos el ejemplo de Jesús y dediquemos tiempo para conocer la palabra de Dios, pero sobre todo creamos en ella.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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