Perfeccionándonos en su amor
2023-04-03
1. Oración inicial
«Amado Dios, que mi amor por ti se perfeccione guardando cada día tu Palabra, viviendo de la misma manera que Jesús vivió, en total obediencia a ti y en amor por los demás, que mi conducta muestre que soy tu hijo y que pertenezco al reino de los cielos, dame la sabiduría para vencer la tentación y no caer en el pecado, enséñame a andar en tu luz y en tu verdad para enseñar a otros tu camino. En el nombre de Jesús, amén. «
2. Lee la palabra de Dios
“Y en esto sabemos que nosotros le conocemos, si guardamos sus mandamientos. El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él; pero el que guarda su palabra, en éste verdaderamente el amor de Dios se ha perfeccionado; por esto sabemos que estamos en él. El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo”, 1 Juan 2:3-6.
3. Reflexiona
Dios tiene un lenguaje de amor y es su Palabra. Ese lenguaje de amor fue manifestado en la persona de Jesucristo, el Verbo hecho carne, Juan 1:14, quien vino a esta tierra para acercarnos al Padre por medio de su sacrificio en la cruz. Cuando entendemos esto y aceptamos a Jesús en nuestra vida, nos hacemos hijos de Dios y empezamos a experimentar su inmenso amor. Para poder perfeccionarnos en su amor debemos guardar su Palabra.
El amor de Dios llega a su plenitud en cada persona que guarda su Palabra y nos dice que esta es la manera de saber si estamos en Él. Si pretendemos permanecer en Él entonces debemos vivir de la misma forma en que Jesús vivió, en total obediencia a Dios y en servicio amoroso a los demás.
¿Cómo podemos estar seguros de que pertenecemos a Cristo? Si hacemos lo que Cristo dice y vivimos como Él lo hizo, nuestra fe debe traducirse en una conducta de amor por la gente con entrega y servicio.
Hay tres principios que el apóstol Juan quiere enseñarnos en esta epístola:
Primero, vivir correctamente, eso tiene que ver con nuestra relación con Dios y guardar sus mandamientos, apunta a nuestro problema con el pecado, y que a través de Jesús hemos recibido perdón, 1 Juan 2:12, por eso debemos aprender cada vez más acerca de Jesucristo y crecer en nuestra relación con Él, esto hará que nos sobrepongamos a las tentaciones y que logremos la victoria sobre el pecado.
Segundo, amar correctamente, esto tiene que ver con nuestra relación con otros. Juan lo expresa así: “El que ama a su hermano, permanece en la luz, y en él no hay tropiezo. Pero el que aborrece a su hermano está en tinieblas, y anda en tinieblas, y no sabe a dónde va, porque las tinieblas le han cegado los ojos”, 1 Juan 2:10-11.
Tercero, aprender correctamente, esto tiene que ver con nosotros y con la defensa de nuestra fe en los últimos tiempos, ¿estamos preparados para exponer la verdad de Dios en medio de un mundo lleno de mentiras? El mismo Juan nos da la respuesta en 1 Juan 2:21: “No os he escrito como si ignoraseis la verdad, sino porque la conocéis, y porque ninguna mentira procede de la verdad”. No debemos entonces temer, puesto que la verdad de Dios está en nosotros y tenemos al Espíritu Santo, que nos la enseña para que no seamos engañados y para que podamos darla a conocer con claridad a otros. Cuando vivamos estos tres principios encontraremos todo en su perfecto amor.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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