Una vida por una vida
2023-02-15
1. Oración inicial
«Gracias Padre porque cuando estaba muerto en mis delitos y pecados me diste vida juntamente con Cristo y por gracia soy salvo mediante la fe; qué hermoso y maravilloso don que ahora anhelo compartir con otros. En el nombre de Jesús, amén.»
2. Lee la palabra de Dios
“Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos. Ciertamente, apenas morirá alguno por un justo; con todo, pudiera ser que alguno osara morir por el bueno. Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros” Romanos 5:6-8.
“En esto hemos conocido el amor, en que él puso su vida por nosotros; también nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos” 1 Juan 3:16.
3. Reflexiona
Probablemente alguien podría dar la vida por algún familiar o ser querido; una madre es un ejemplo de alguien que daría la vida por sus hijos; pero, ¿hemos pensado en la muerte espiritual? La muerte espiritual es la separación eterna con Dios por causa del pecado; todos nacemos en esta condición (Romanos 3:23) y la palabra de Dios explica qué fue lo que sucedió: “Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.” (Romanos 5:12). Heredamos el pecado de Adán y como consecuencia la muerte, no solo la física, la del cuerpo, sino también la muerte espiritual.
Entonces “éramos por naturaleza hijos de ira” (Efesios 2:3) y aquí es donde interviene nuestro Señor y salvador Jesucristo, Él se hace hombre para venir en nuestra misma condición, pero sin pecado, y da su vida por una vida, es decir, su vida por nuestra vida, cargando sobre sí en el madero nuestros pecados. Él mismo lo anticipó así: “como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos” (Mateo 20:28) y así lo cumplió; pero Dios lo resucitó de los muertos para que el pecado fuese condenado en su carne y, habiendo hecho justicia, Dios pudiera darnos la justicia de Cristo a nosotros. El justo por los injustos como dice 1 Pedro 3:18; un intercambio o sustitución favorable para nosotros. Esta justicia es confirmada con la resurrección como dice Romanos: “el cual fue entregado por nuestras transgresiones, y resucitado para nuestra justificación” (Romanos 4:25), ahora somos la justicia de Dios en Cristo (2 Corintios 5:21).
Esto se hace realidad en nuestra vida si hemos recibido a Cristo en nuestro corazón por medio de la fe: “Pero si Cristo está en vosotros, el cuerpo en verdad está muerto a causa del pecado, mas el espíritu vive a causa de la justicia.” (Romanos 8:10). Hemos pasado de muerte a vida, vida eterna en Cristo Jesús, ¡ya no pasamos a condenación, a estar separados de Dios!
Hermano, si Él dio su vida por tu vida, en agradecimiento puedes disponer esta vida abundante que recibiste, compartiendo con toda diligencia a otros este mensaje de salvación. Puedes iniciar, por ejemplo, compartiendo este devocional.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
Escúchanos en Spotify
Puedes compartir este devocional en Facebook, Whatsapp, Twitter y LinkedIn