La iglesia
2022-04-03
1. Oración inicial
«Señor, te damos muchas gracias por las maravillas que has hecho en nosotros como creyentes en Cristo; gracias por regalarnos una familia de fe, unos hermanos que te aman como yo también te amo y que me animan con sus palabras y su ejemplo a seguirte y obedecerte. Gracias por tu Espíritu, quien nos une como a los miembros de un cuerpo y nos permite caminar en tu voluntad, en el nombre de Jesús, amén.»
2. Lee la palabra de Dios
“Y la multitud de los que habían creído era de un corazón y un alma; y ninguno decía ser suyo propio nada de lo que poseía, sino que tenían todas las cosas en común. Y con gran poder los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús, y abundante gracia era sobre todos ellos. Así que no había entre ellos ningún necesitado; porque todos los que poseían heredades o casas, las vendían, y traían el precio de lo vendido, y lo ponían a los pies de los apóstoles; y se repartía a cada uno según su necesidad.” Hechos 4:32-35
3. Reflexiona
Desde que se inició la predicación del evangelio de Jesucristo por parte de sus Apóstoles, luego de haber recibido el Espíritu Santo, inició una nueva dispensación, la Iglesia, la cual es conformada por cada una de las personas que creen en el Señor Jesucristo y las cuales son bautizadas por el Espíritu Santo en un mismo cuerpo, el cuerpo de Cristo donde Él es la cabeza (1 Corintios 12:12-13, Efesios 5:23).
Como bien se nos enseña, la iglesia es un cuerpo donde todos sus miembros están unidos, se necesitan unos a otros y funcionan para el bienestar colectivo (Efesios 4:16). Ahora bien, en la práctica, ¿cómo se debería ver reflejado esto? Claramente tenemos como referencia el ejemplo de la iglesia del primer siglo, que, aunque con muchos aspectos de diferencia, entre ellos el social y la época, podemos encontrar fundamentos que hoy en día podemos aplicar, para que no se pierda la esencia de lo que significa que seamos iglesia.
Vemos que la unidad es algo fundamental, como cristianos nos une el Espíritu Santo y a través de Él debemos permitir que todo lo que esté a nuestra administración sea dispuesto para el bienestar y crecimiento de la iglesia; la palabra nos dice que los primeros creyentes tenían todas las cosas en común, por lo que ninguno padecía necesidad, y en Gálatas 6:10 el Señor nos enseña: “Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe.”
Indudablemente la perseverancia en el Señor es lo que le da sentido a todo; el amor a Él y a su importante obra es lo que nos debe impulsar a que seamos de un solo corazón, a persistir en el estudio y puesta en práctica de su palabra, a insistir en las oraciones unos por otros y a no desistir en la congregación; en esto, la primera iglesia fue precursora (Hechos 2:42).
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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