Dios sana todas nuestras enfermedades
2022-01-29
1. Oración inicial
«Padre, qué bendición es saber que tú estás pendiente de todo, estás presente en el más mínimo dolor y también en la más grave enfermedad; gracias por tu fidelidad. Te pido que seas tú tomando el control de todo el personal médico, enviándoles sabiduría y conocimiento; permíteme confiar y esperar pacientemente en ti, sé que tú nos has prometido sanidad y medicina y sé que por la llaga de Cristo Jesús la enviarás a mi vida, en el nombre de Jesús, amén.»
2. Lee la palabra de Dios
“Bendice, alma mía, a Jehová, y bendiga todo mi ser su santo nombre. Bendice, alma mía, a Jehová, y no olvides ninguno de sus beneficios. Él es quien perdona todas tus iniquidades, el que sana todas tus dolencias; el que rescata del hoyo tu vida, el que te corona de favores y misericordias; el que sacia de bien tu boca de modo que te rejuvenezcas como el águila.” Salmos 103:1-5
3. Reflexiona
Nuestro Dios es un ser grande y maravilloso, para quien nada le es difícil o imposible; en Él encontramos el sustento para toda nuestra vida, no hay nada que Él no pueda hacer o que se salga de su control, antes bien, Él es quien da la sabiduría a los sabios y la ciencia a los entendidos (Daniel 2:21) y su entendimiento no hay quien lo alcance (Isaías 40:28). La palabra de Dios dice que por la llaga que nuestro Señor Jesucristo sufrió, ahora nosotros somos sanos, porque así como llevó nuestros pecados en la cruz, también cargó con nuestras enfermedades, para que en su nombre, nosotros, seamos curados (Isaías 53:4-5).
Ahora bien, al igual que para nuestra salvación y perdón de pecados, el único requisito para nuestra sanidad es que tengamos fe, que creamos en la perfecta obra de nuestro Señor Jesucristo y que por ella pidamos a Dios, creyendo que envía la sanidad a nuestro cuerpo, pues como nos dice el Salmo de hoy, el Señor es quien perdona todas nuestras iniquidades y el que sana todas nuestras dolencias. Debemos clamar a Dios en oración, porque si Él nos ha prometido traer sanidad, medicina y curarnos, es porque así Él lo puede y lo quiere hacer, pero debemos hacer como dice David en el Salmo 30:2 “Jehová Dios mío, a ti clamé, y me sanaste.”
Asimismo, debemos pedir oración a nuestros hermanos en la fe. La palabra de Dios nos dice que debemos orar unos por otros para que seamos sanados, pues la oración, hecha a tiempo por un creyente, puede mucho (Santiago 5:16); clamar a Dios es nuestra mejor opción, disponer todo en sus manos y esperar en su misericordia. También es importante que conozcamos lo que Dios nos dice en su palabra, pues nos la ha dejado para que creamos y por fe seamos sanados; dice el Salmo 107:20 “Envió su palabra, y los sanó, y los libró de su ruina” y recordemos las palabras de nuestro Señor Jesús en Marcos 9:23 “Jesús le dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es posible.”
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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