Olvidando lo que queda atrás
2021-04-24
1. Oración inicial
«Papito Dios, ha sido tu buena voluntad, tu gracia y tu gran amor lo que me ha conducido a Cristo, has abierto mi entendimiento y me has revelado tu justicia que es por la fe; así que, te pido poderoso Rey, que si en algo he de gloriarme sea en conocer a Cristo, también te ruego que me permitas llenarme de muchos frutos de justicia por medio de Él, para gloria y alabanza tuya, en el nombre de Jesús, Amén.»
2. Lee la palabra de Dios
“Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.” Filipenses 3:13-14
3. Reflexiona
¿Creemos tener motivos (obras y excelencia moral) por los cuales confiar para ser salvos y justificados ante Dios?; el apóstol Pablo muchos más, “circuncidado al octavo día, del linaje de Israel, de la tribu de Benjamín, hebreo de hebreos; en cuanto a la ley, fariseo; en cuanto a celo, perseguidor de la iglesia; en cuanto a la justicia que es en la ley, irreprensible.” (Filipenses 3:5-6), pero todo esto que él consideraba como ganancia, lo estimó como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús.
Hermano, si todavía estás buscando la justicia de Dios por tus propios medios, es decir, por cumplir la ley, estás desechando la gracia y la justicia de Dios que es por la fe en Cristo (Filipenses 3:9). Es precisamente esa manera de pensar la que debes dejar atrás, porque de lo contrario te estarías haciendo enemigo de la cruz de Cristo. Si quieres tú llegar a la meta y recibir el premio celestial al cual Dios nos llama, avanza, pero por medio de Cristo Jesús (Filipenses 3:13-14).
Ahora bien, la forma de avanzar es conociendo a Cristo, experimentar en cada uno de nosotros el poder de su resurrección, pero para que esto suceda, primero debemos participar de sus sufrimientos, hacernos semejantes a Él en su muerte, para de alguna manera llegar a la resurrección de entre los muertos (Filipenses 3:10). Y para esto, tenemos el ejemplo del apóstol Pablo, es el modelo a seguir en los padecimientos por causa del evangelio de Cristo, ya que se gozaba de sus prisiones porque resultaban para la extensión del evangelio, pues las personas con que se encontraba en el pretorio conocían que estaba preso por causa de Cristo, además, también los creyentes tomaban ánimo en el Señor y hablaban sin temor el mensaje de Dios (Filipenses 1:13-14).
Así que, hermanos, mantengámonos firmes en el Señor, combatiendo unánimes por la fe del evangelio y no buscando nuestro propio interés, sino, lo que es de Cristo Jesús.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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