El amor que sobrepasa todo conocimiento
2021-03-06
1. Oración inicial
«Padre Amado, que tu Santo Espíritu dirija mi ser, dirija mi vida y me enseñe a conocer, vivir y disfrutar la gran dimensión de tu amor, pues tu amor no tiene límites, tu amor es eterno, es incondicional, en tu amor encuentro paz y fortaleza a mi alma. Solo en tu amor puedo vivir tu plenitud en todo y en las riquezas de tu gloria. Gracias Señor, Amén.»
2. Lee la palabra de Dios
«Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo, de quien toma nombre toda familia en los cielos y en la tierra, para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu; para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor, seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura, y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios» Efesios 3:14-19
3. Reflexiona
Esta porción bíblica es una gran oración de Pablo con una actitud extraordinaria, dobla sus rodillas ante el Padre y entra en una cálida y estrecha relación con el Señor Jesucristo. Este es un acto digno de imitar, pues aún el Señor Jesús cuando entró en el jardín de Getsemaní cayó en tierra sobre su rostro.
El apóstol oró por los creyentes, para que Dios les dé conforme a las riquezas de su gloria, y hace varias peticiones. Primeramente, pide que los creyentes sean fortalecidos con poder en lo íntimo de su ser por su Santo Espíritu. El área espiritual del cristiano necesita oración y poder del Espíritu de Dios para crecer en la gracia y desarrollarse hacia la plena madurez. Si hoy te sientes débil, enfermo, triste y solo, doblega tu corazón delante del Señor, arrodíllate y has oración, pues el Espíritu Santo te dará poder y gracia. Solo Jesucristo venda tus heridas y te da sanidad y nuevas fuerzas.
Luego, Pablo pidió que “Cristo habite por la fe en vuestros corazones”. Esto involucra tener en la mente los pensamientos del Señor, tener la certeza que Cristo habita en el corazón por la fe en Él, y con seguridad afirmar: «ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí» (Gálatas 2:20). Por tanto, no estamos solos, tenemos la mejor compañía, la presencia de Cristo en nosotros.
Pablo continuó orando para que los creyentes pudiéramos conocer las dimensiones del amor de Cristo que sobrepasa todo conocimiento, para que estuviésemos arraigados y cimentados en amor, que conociéramos la infinita extensión del amor de Dios, que seamos capaces de comprender cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura de esa fuente de amor. Solo el Espíritu Santo nos puede guiar a esa gran experiencia del amor de Cristo, que al ser infinito, va más allá del entendimiento humano, pero podemos disfrutar y deleitarnos en ese gran amor.
Hermanos, Dios nos ama con amor eterno e infinito, dejémonos seducir de ese perfecto amor y seremos llenos de toda la plenitud de Dios.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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