Nacidos para la gloria de Dios
2021-02-25
1. Oración inicial
«Padre, sé que en Cristo me has hecho renacer para una nueva esperanza, para una vida eterna. Señor, que todo lo que yo haga desde ahora en adelante, glorifique tu nombre, mostrando tu gran amor a los que no creen, para que te conozcan y puedan glorificarte. Que tu gloria en Cristo, resplandezca en mi corazón para ser testimonio de tu amor. En el nombre de Jesús. Amén.»
2. Lee la palabra de Dios
“Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios; si alguno ministra, ministre conforme al poder que Dios da, para que en todo sea Dios glorificado por Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén.” 1 Pedro 4:11
3. Reflexiona
Todo fue creado para su gloria, como dice el Salmo 19:1 “Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos.» Todo lo creado, incluso nosotros mismos, revelamos la gloria de Dios.
Sin embargo, en Romanos 1:20-23, se explica la raíz de toda idolatría, cuando habla sobre las maneras en las que las personas adoran a las criaturas en vez del Creador, pues cuando miran al objeto a través del cual se muestra la gloria de Dios, en vez de dar a Dios el crédito por ello, adoran a ese objeto, animal, u hombre, como si la belleza que poseyeran se hubiera originado dentro de ellos, es decir, las cosas visibles revelan la gloria de Dios, su amor, su poder, su deidad, pero el hombre en vez de glorificar y agradecer a Dios, se envanece en su propio razonamiento y cambia la gloria del Dios incorruptible por imágenes de cosas corruptibles; se arrodilla y confía en ellas. ¡Qué necedad!
Este es un error muy común que cometemos, cambiamos las cosas eternas, por las cosas temporales, confiamos en lo efímero, en lo superficial, en cosas y relaciones terrenales, y la solución a este error evidente es colocar nuestra confianza y esperanza en Cristo, pues en Él, Dios revela toda su gloria, Él es el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia (Hebreos 1:3), y al ser recreados o nacidos de nuevo mediante la fe en Cristo (Juan 1:12-13), nuestra vida toma un sentido verdadero y un propósito eterno: que Dios sea glorificado mediante Jesucristo a través de nuestra vida. ¡Por eso explica la escritura, que Cristo en nosotros es la esperanza de gloria! (Colosenses 1:27).
Qué revelación tan hermosa e impactante, Dios revela toda su gloria en nosotros cuando Cristo habita por fe en nuestro corazón. Para esto nacimos de nuevo, para que todo lo que pensemos, hablemos o hagamos, sean para la gloria de Dios desde ahora en adelante. (1 Corintios 10:31)
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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