El mensaje de los mensajes

«Señor Jesús, gracias por el hermoso mensaje de amor y de salvación que ha llegado a mí, porque es seguro y confiable, me da la luz para continuar caminando a pesar de la oscuridad presente, ayúdame a retenerlo, escudriñarlo, entenderlo y enseñarlo a otros para que no vivan en la esclavitud del pecado. Amén»

“Además os declaro, hermanos, el evangelio que os he predicado, el cual también recibisteis, en el cual también perseveráis; por el cual asimismo, si retenéis la palabra que os he predicado, sois salvos, si no creísteis en vano. Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras;” 1 Corintios 15:1-4.

“Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él. El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios.” Juan 3:17-18

El evangelio viene de una palabra griega que significa buenas noticias.
Y estas buenas noticias, son un mensaje maravilloso para el que cree, pero realmente una terrible noticia para el que rechaza la salvación por medio de la fe en Cristo. (Juan 3:17-18)

Y este mensaje, no es un mensaje pasajero, que podríamos tomar a la ligera, sino que es un mensaje que debemos retener ya que tiene el poder de Dios para nuestra salvación (Romanos 1:16). Y una evidencia que presenta el texto de hoy, de que hemos creído en el Señor Jesús, es nuestra perseverancia en retener el mensaje que presenta el evangelio.
Pablo, para reafirmar la trascendencia de este mensaje, se presenta como padre espiritual, de aquellos a los que inicialmente les anunció la buena noticia (1 Corintios 4:15b), pues nacieron espiritualmente por haber creído en el mensaje que escucharon atentamente y que ahora retienen, escudriñando la escritura (Juan 5:39, Efesios 1:13).
El mensaje esencial de la vida, ha llegado ahora hasta nuestros días, y estamos llamados como aquellos que nos anunciaron primero, a prestarle atención, a perseverar en él, a retenerlo y a comunicarlo a otros.
Este mensaje de mensajes, es el más seguro y confiable de todos los que pudiéramos escuchar, pues viene directamente por voluntad de Dios y hacemos bien en estar atentos a él, porque en medio de la oscuridad presente, alumbra como una antorcha que nos indica el camino verdadero y hace que Cristo mismo resplandezca en nuestros corazones. (2 Pedro 1:19-21)