La Copa del vino del furor de Dios
2020-05-31
1. Oración inicial
«Padre, Señor y Dios nuestro, sabemos por tu Santa Palabra que en tu omnisciencia conoces los pensamientos del corazón de todos los hombres y sabes que sus pensamientos son de mal y no de bien, porque se han apartado de tus caminos como ovejas descarriadas y son tantas sus maldades y sus rebeliones que tú Señor has escondido tu rostro para no ver su iniquidad y no oír sus súplicas; y es tanta la iniquidad que tú Señor ves en el mundo, que has decidido dar de beber a todas las naciones la copa del vino de tu furor. Padre Dios, tú que eres tardo para la ira y grande en misericordia, te clamamos en el nombre de Jesús Cristo de Nazareth para que tengas compasión, perdones nuestros pecados, los pecados del mundo, sanes nuestra tierra y nos des vida y paz. Amén.»
2. Lee la palabra de Dios
“Porque así me dijo Jehová Dios de Israel: Toma de mi mano la copa del vino de este furor, y da a beber de él a todas las naciones a las cuales yo te envío.” Jeremías 25:15
“Y yacerán los muertos de Jehová en aquel día desde un extremo de la tierra hasta el otro; no se endecharán ni se recogerán ni serán enterrados; como estiércol quedarán sobre la faz de la tierra.” Jeremías 25:33
3. Reflexiona
Ciertamente Jehová Dios, nuestro Dios, es tardo para la ira y grande en misericordia pero su paciencia también tiene un límite y cuando lo que le desagrada sobrepasa ese límite, se desata su furor y es el furor de un Dios Todopoderoso que conociendo el pecado del hombre y también su debilidad, lo castiga exactamente en aquello que necesita que el hombre entienda, para que se arrepienta y enderece sus caminos.
Hemos estado viviendo en un mundo que Dios describe exactamente en su Palabra diciendo: “Y como ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente reprobada, para hacer cosas que no convienen; estando atestados de toda injusticia, fornicación, perversidad, avaricia, maldad, llenos de envidia, homicidios, contiendas, engaños y malignidades; murmuradores, detractores, aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios, altivos, inventores de males, desobedientes a los padres, necios, desleales, sin afecto natural, implacables, sin misericordia; quienes habiendo entendido el juicio de Dios, que los que practican tales cosas son dignos de muerte, no solo las hacen, sino también se complacen con los que las practican.” (Romanos 1: 28-32)
Amado hermano en Cristo Jesús, hoy nosotros y el mundo estamos bebiendo la copa del vino del furor de Dios, a través de la Pandemia del Coronavirus y nosotros sus hijos, su pueblo sobre el cual su nombre es invocado, tenemos claramente establecido el rol que debemos cumplir en estos tiempos porque la Palabra de Dios dice: “Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados y sanaré su tierra.” (2 Crónicas 7:14) Dios nos ha asignado el papel de intercesores y la invitación es a que lo cumplamos cabalmente, en espíritu y en verdad.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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