Pronto serán las bodas del Cordero
2020-04-23
1. Oración inicial
«Amado Dios, cada mañana me presento delante de ti y renuncio a toda maldad de mi corazón, pues me preparo como la novia que se atavía con el traje de lino fino, sin manchas, sin arrugas, en la espera de mi amado Jesucristo para el glorioso encuentro en las bodas del Cordero. Señor eres mi Amado Eterno. Amén.»
2. Lee la palabra de Dios
«Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque han llegado las bodas del Cordero, y su esposa se ha preparado. Y a ella se le ha concedido que se vista de lino fino, limpio y resplandeciente; porque el lino fino es las acciones justas de los santos. Y el ángel me dijo: Escribe: Bienaventurados los que son llamados a la cena de las bodas del Cordero. Y me dijo: Estas son palabras verdaderas de Dios» Apocalipsis 19:7-9
3. Reflexiona
Las bodas del Cordero son parte de la revelación de Jesucristo a Juan, de las cosas que deben suceder pronto. La pregunta es: ¿Qué bodas se llevarán a cabo? ¿Quiénes son los esposos? El profeta Isaías se refirió diciendo: «Pues como el joven se desposa con la virgen, se desposaran contigo tus hijos; y como el gozo del esposo con la esposa, así se gozará contigo el Dios tuyo» (Isaías 62:5) y Jesús se llamó a sí mismo el esposo: «Jesús les dijo (a los discípulos): ¿Acaso pueden los que están de bodas tener luto entre tanto que el esposo está con ellos? Pero vendrán días cuando el esposo les será quitado, y entonces ayunarán» (Mateo 9:15), también se refirió a las bodas en la parábola de las diez vírgenes, donde vemos que el esposo es el Señor Jesucristo y la esposa son los creyentes o sea su iglesia.
Cuando Jesús venga de nuevo será para llevar a su iglesia para que esté con Él para siempre. La biblia dice: «Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor» (1 Tesalonicenses. 4:17); esto es el arrebatamiento de la iglesia, un hecho contundente que será pronto.
Como creyentes, en tanto las bodas se celebran, nos corresponde ataviarnos con vestiduras blancas, resplandecientes, de lino fino, sin mancha y sin arruga, como la novia que se prepara para su amado, esto es dejar de pecar deliberadamente y seguir la santidad. Él quiere «una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha» (Efesios 5:27b).
Hoy, Cristo te invita a participar de las bodas del Cordero, es una invitación de gran honor, escucha su voz y abre tu corazón para dejarlo entrar. Jesús dice que cualquiera que oye su voz y cree en Él, tiene vida eterna y no será condenado, pues Cristo ha pagado la dote de la novia con su propia sangre, por tanto, acéptalo y prepárate para ese encuentro nupcial con Cristo Jesús.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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