Renueva tu amor por Dios
2019-12-11
1. Oración inicial
Amado Dios, hoy me despojo de toda circunstancia de mi vida, que hace menguar mi amor por ti. Ruego que tu Santo Espíritu restaure mi primer amor, renueve mi relación íntima y personal contigo. Te amo Señor. Amén.
2. Lee la palabra de Dios
“Escribe al ángel de la iglesia en Éfeso: El que tiene las siete estrellas en su diestra, el que anda en medio de los siete candeleros de oro, dice esto: Yo conozco tus obras, y tu arduo trabajo y paciencia; y que no puedes soportar a los malos, y has probado a los que se dicen ser apóstoles, y no lo son, y los has hallado mentirosos; y has sufrido, y has tenido paciencia, y has trabajado arduamente por amor de mi nombre, y no has desmayado. Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor”, Apocalipsis 2:1-4
3. Reflexiona
El Señor reconoce el servicio y el arduo trabajo que hacía la iglesia de Efeso, así como su resistencia a los falsos apóstoles y a las herejías. La iglesia permanecía sin desmayar, a pesar de las adversidades y las persecuciones, pero había descuidado su primer amor por Jesucristo.
En el mundo hay una frase popular que dice: “el primer amor nunca se olvida”, pues se trata de una de las experiencias aparentemente más hermosas y tiernas, donde se tienen sueños e ideales increíbles, donde solo se cree y no se razona, dando al amado miles de atributos así no los tenga, y se vive un mundo de ilusiones.
Pero en la Biblia la expresión “primer amor” significa algo más: el principal amor, el más importante amor. En otras palabras Él dice: “ya no me amas como al principio”. El amor por Jesús se descuidó hasta llegar poco a poco a apagarse, y aunque servían a Dios, ya no lo amaban como al principio. Su pureza dogmática y moral, su celo inconmovible por la verdad y su arduo servicio, no reemplazaban el amor a Cristo que habían descuidado y relegado a un segundo lugar en sus vidas y en su iglesia.
Ser creyente significa amar a Jesucristo. La Biblia nos muestra que Dios desea mantener con nosotros una relación íntima y personal de amor, por tanto no dejemos que la rutina religiosa acabe con el amor a Cristo. Ese amor que siempre busca deleitarse en su presencia.
Hermano, permite que el Espíritu Santo haga restauración del primer amor y avive el fuego de Dios en el corazón y así, vencer la tibieza e indiferencia hacia las cosas de Dios.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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