Venid y volvámonos a Jehová
2019-12-06
1. Oración inicial
Padre Amoroso, perdóname por tanta infidelidad contigo, pues hoy puedo ver la ternura de tu amor, la inquebrantable naturaleza de un amor que espera, que sufre, que anhela y es eterno. Señor, hoy entiendo que solo tú tienes respuesta para mí, solo tu poder puede suplir mi necesidad, solo tu amor puede llenar mi sediento y vacío corazón. Ayúdame a volver a ti y restáurame por medio de tu gracia. Amén.
2. Lee la palabra de Dios
“Y la castigaré por los días en que incensaba a los baales, y se adornaba de sus zarcillos y de sus joyeles, y se iba tras sus amantes y se olvidaba de mí, dice Jehová. Pero he aquí que yo la atraeré y la llevaré al desierto, y hablaré a su corazón. […]; y allí cantará como en los tiempos de su juventud, […] En aquel tiempo, dice Jehová, me llamarás Ishi, y nunca más me llamarás Baali. Porque quitaré de su boca los nombres de los baales, y nunca más se mencionarán sus nombres. En aquel tiempo haré para ti pacto con las bestias del campo, con las aves del cielo y con las serpientes de la tierra; y quitaré de la tierra arco y espada y guerra, y te haré dormir segura. Y te desposaré conmigo para siempre; te desposaré conmigo en justicia, juicio, benignidad y misericordia. Y te desposaré conmigo en fidelidad, y conocerás a Jehová.”, Oseas 2:13-20
3. Reflexiona
Dios le dijo a Oseas que se casara con Gomer, una mujer prostituta, y este profeta muestra con su desdichado matrimonio que Dios ama a su pueblo como un esposo seducido que ama y que perdona a pesar de las traiciones. En términos bíblicos, puede decirse que el profeta carga el pecado de un pueblo, al casarse con una mujer que es símbolo del pecado. Es de notar que la palabra hebrea prostitución significa también idolatría, pues, Dios había hecho un pacto con un pueblo idólatra que luego lo traiciona.
Dios se muestra como un esposo enamorado y luego traicionado por su pueblo que prefiere a Baal, dios cananeo cuyo nombre literalmente significa “amo”. Israel no ha comprendido el amor de un Dios que ama como un marido fiel, y este pueblo se va tras dioses ajenos. Por esto Dios se enoja y proclama: “La castigaré por los días dedicados a Baal, cuando seguía a sus amantes y se olvidaba de mí”, pero la llama de este amor perdona y hace a un lado la traición y con tiernas palabras, el profeta exclama: “Por ello, la seduciré, la llevaré al desierto y le hablaré al corazón […]. Te haré mi esposa para siempre, te haré mi esposa en justicia y en derecho, en amor y benevolencia, te haré mi esposa en la fidelidad y tú conocerás al Señor”.
Esta historia de Oseas y Gomer, se asemeja al gran amor de Dios por los hombres. Oseas demostró amor incondicional por Gomer pese a todas las traiciones de ella. Si bien resulta casi irreal pensar en que se puede amar de esa manera en la actualidad, debemos recordar que Dios lo hace cada día con nosotros. Él nos trata de acuerdo a su amor y no conforme a nuestros hechos.
Hermano, examina tu propia vida, cuántos ídolos engañosos aún están presentes, cuánto te ha dolido una traición y que quizá nunca has perdonado. Adéntrate en esta historia en el libro de Oseas y experimenta cuan perdonador e incondicional es el amor de Dios por ti; vuelve a Él con sinceridad y deja que Dios gane tu corazón.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
Escúchanos en Spotify
Puedes compartir este devocional en Facebook, Whatsapp, Twitter y LinkedIn