La sabiduría proviene de Dios
2019-06-09
1. Oración inicial
Amado Padre, delante de tu presencia comprendí mi gran ignorancia, me creía sabio, pero cuán necio era, y hoy te doy gracias porque puedo decirte: Cuánto amo yo tu Ley, todo el día es ella mi meditación, pues nadie puede ser sabio fuera de ti. Gracias Señor. Amén.
2. Lee la palabra de Dios
“Nadie se engañe a sí mismo; si alguno entre vosotros se cree sabio en este siglo, hágase ignorante, para que llegue a ser sabio. Porque la sabiduría de este mundo es insensatez para con Dios; pues escrito está: Él prende a los sabios en la astucia de ellos. Y otra vez: El Señor conoce los pensamientos de los sabios, que son vanos.”, 1 Corintios 3:18-20
3. Reflexiona
Esta palabra de Pablo no es nada halagadora para muchos, pues comúnmente se piensa que entre más títulos se obtengan más sabio se es, y vemos que no es así a los ojos de Dios. La sabiduría humana es insensatez para Dios, pues siempre conlleva al orgullo del saber humano.
Sabemos que la verdadera sabiduría viene del Señor, y es maravilloso poder apreciar el alcance de estas afirmaciones, la Biblia dice: “El temor de Jehová es el principio de la sabiduría, y el conocimiento del Santísimo es la inteligencia” (Proverbios 9:10) y Dios lo ha repetido una y otra vez, a través de sus profetas, “Y dijo al hombre: He aquí que el temor del Señor es la sabiduría, y el apartarse del mal, la inteligencia», (Job 28:28) pero también muestra la otra cara de la moneda y dice: “Los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza” (Proverbios 1:7)
Salomón, el hombre más sabio sobre la tierra, dijo: “El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre”. (Eclesiastés 12:13). Ahora el hombre sabio se apartará del mal, y adquirirá la sabiduría divina, la que proviene de lo alto, pues los pensamientos más eminentes de los hombres son solamente vanidad. Por tanto, si los creyentes quieren alcanzar la verdadera sabiduría tienen que desprenderse de todo concepto humano y aferrarse al mensaje del evangelio.
Temer a Dios significa tomar su Palabra como guía para la vida, significa abnegación sin reservas, obediencia total a sus estatutos y mandamientos y poner la confianza en Jesucristo. No hay decisión más importante que puedas tomar en esta vida y es confiar en Cristo, pues el hacerlo o no, determina tu destino eterno.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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